ALICANTE 3 May. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil ha detenido en Sella (Alicante) a un hombre de 26 años que se atrincheró en una caseta de campo después de presuntamente agredir y amenazar de muerte a su padre. El joven disparó sin éxito contra los agentes que fueron a buscarle, según ha informado el instituto armado en un comunicado.
La operación arrancó cuando el padre interpuso una denuncia por una agresión y unas supuestas amenazas de muerte. Al parecer, no era la primera vez que su hijo padecía un episodio violento similar, aunque este fue el más grave, por lo que agentes de la localidad alicantina de Finestrat iniciaron una investigación para localizarlo.
El presunto agresor fue localizado este pasado miércoles, un par de horas más tarde, en una finca familiar. Al ver llegar a los agentes, el joven se parapetó en una caseta de campo ubicada en la misma vivienda.
Los guardias civiles se acercaron con cautela para hablar con él, pero, cuando estaban a pocos metros, el sospechoso sacó una escopeta del calibre 12 y realizó varios disparos intimidatorios que no alcanzaron a nadie, al tiempo que amenazaba con matar a todo el que se acercara a él y después intentar suicidarse.
Ante esta situación, los agentes se pusieron a cubierto y solicitaron apoyo para intentar detenerle sin abrir fuego contra él. Con media docena de efectivos desplegados en los alrededores, los responsables del operativo iniciaron una conversación con el atrincherado, mientras este no paraba de amenazar con abrir fuego e incluso suicidarse prendiendo un bidón de gasolina.
DOS NEGOCIADORES TRATAN DE CALMARLO
Sin embargo, los guardias civiles lograron tranquilizarle, ya que parecía tener algún brote psicótico por cómo se comportaba, mientras, ganaban tiempo para que llegara a la zona el equipo de negociadores en situaciones de toma de rehenes y atrincheramientos, de la Guardia Civil de Alicante.
Cuando llegaron los dos agentes especializados, sus compañeros de Finestrat habían logrado que el joven entregara el arma de fuego que había lanzado al exterior de la caseta, aunque seguía amenazando con suicidarse si alguien se acercaba.
Los negociadores se habían entrevistado ya con algunos familiares para conocer su entorno, tras lo que entablaron conversación con él, intentando ganarse su confianza mientras se hacía de noche y ante la posibilidad de que pudiera utilizar la oscuridad para escabullirse.
LLEVABA UN MACHETE
Finalmente, pasada la medianoche, uno de los negociadores consiguió hacer salir al detenido a la puerta de la caseta para hablar cara a cara con él. Cuando lo tenía delante, el agente observó que llevaba un objeto escondido en el pantalón.
El detenido reconoció que llevaba un machete de grandes dimensiones, por lo que los negociadores le aconsejaron que lo entregara. El joven lo sacó de su pantalón y lo tiró en dirección a los agentes. Apenas un cuarto de hora más tarde, ya totalmente calmado, se entregó a la Guardia Civil.
El hombre, español de 26 años, fue detenido como presunto autor de un delito de malos tratos en el ámbito familiar, atentado y desobediencia grave contra agentes de la autoridad y de tenencia ilícita de armas. Pasará a disposición judicial este jueves.