VALENCIA, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del grupo parlamentario 'popular' en las Corts Valencianes y conseller de Solidaridad y Ciudadanía, Rafael Blasco, reiteró hoy el "apoyo inquebrantable" de su grupo al Consell y a su decisión "de aprobar un Decreto-Ley para continuar las obras del Cabanyal y revitalizar el barrio" y añadió que la decisión del Tribunal Constitucional de admitir a trámite el recurso de inconstitucional del Gobierno contra esta norma autonómica "es un simple trámite procesal y no es garantía de que se paralice ningún derribo ya previsto".
Blasco en un comunicado denunció "los varapalos a los que el Gobierno socialista nos tiene acostumbrados a los valencianos" y afirmó que tanto la decisión del Ministerio de Cultura de "parar" las obras como el recurso que presentó el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero al TC contra el Decreto-Ley del Consell fueron "agresiones desproporcionadas e intolerables a las instituciones autonómicas y municipales y un ataque frontal al artículo 49 del Estatuto de Autonomía que señala que la Generalitat tiene competencias exclusivas relacionadas con el patrimonio histórico y monumental".
Asimismo, el portavoz 'popular' lamentó que éste "sea el precio que tengan que pagar los valencianos y los vecinos del Cabanyal: ver cómo su futuro se degrada por meros caprichos partidistas" aunque consideró que el Gobierno socialista y el PSPV "obtendrán el rédito político que se merecen, que no es el que esperan ni mucho menos, sino el de la derrota en las urnas".
Blasco criticó que los socialistas se opongan a la apertura de Blasco Ibáñez al mar y sostuvo que "lo único que saben hacer es manifestarse llamando a radicales, montar campañas mediáticas en las que engañan a los ciudadanos y atacan a las instituciones, mentir ante el juez y sobre todo judicializar las decisiones legítimas de un Ayuntamiento y de un Gobierno autonómico".
El portavoz 'popular' incidió en que el Gobierno de Francisco Camps "ha sido el que ha demostrado que realmente le importa el barrio del Cabanyal; todo lo contrario que el Gobierno de Zapatero, que está usando al barrio como moneda de cambio por la profunda indiferencia que siente hacia nuestra tierra por estar gobernada por unas siglas que no son las suyas". Blasco afirmó no entender "cómo con la situación económica que atraviesa España y los problemas tan serios que tiene el país a Zapatero sólo le obsesiona unas obras en un barrio de Valencia".
