VALENCIA 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
Una tesis doctoral defendida en la Facultad de Teología de Valencia apunta la necesidad de generar arte religioso actual para la "nueva evangelización", porque "si los artistas incorporaran su lenguaje contemporáneo a la Iglesia, tenderían un puente entre ésta y la cultura", según informó el Arzobispado en un comunicado.
Según el sacerdote valenciano Luis Melis, autor de la tesis titulada 'La función mediadora del arte contemporáneo de la Iglesia desde el Vaticano II-Reflexiones para una renovación de la alianza Iglesia-arte', "aunque la fe tiene su principal referente en el emblema de la Cruz, es tarea del artista el hallazgo de nuevos símbolos, que entablen un diálogo entre fe y cultura con un lenguaje actual".
De esta manera, considera que el arte "puede contribuir a que la cultura y la teología se entiendan mejor a sí mismas" y defiende "la idoneidad de la pintura contemporánea en la Iglesia como auxiliar en su misión, pues contribuye a explicar la fe con un lenguaje actual y puede contribuir a evangelizar".
"Importa la generación de un patrimonio actual que sea capaz de entablar un diálogo también con el hombre de hoy, desde los desafíos que la cultura de la globalización le plantea", añadió el sacerdote, cuya tesis ha sido dirigida por el también sacerdote y presidente de la Comisión Diocesana de Liturgia, Jaime Sancho.
La tesis, que ha recibido la calificación de 'Magna cum laude', incide, igualmente, en la necesidad de que el artista tenga una atención pastoral y se sienta apoyado y entendido en su trabajo y que "la Iglesia esté presente en los talleres donde se gesta la cultura, en atento y fecundo diálogo".
Se trata de una "exigencia de los signos de los tiempos para la que habrá que considerar los medios idóneos: la celebración de certámenes, espacios estables --como el museo-- bien gestionados, guías turísticos convenientemente formados e incluso --si ello fuera posible-- espacios especializados".
FUNCIÓN "REDENTORA" DEL ARTE
Para Luis Melis, que asegura que "el arte, por su afinidad con la belleza, hace más amable, si cabe, la acogida de la fe", el arte eclesial puede cumplir también, una función "redentora", puesto que puede ser, a la vez, "un antídoto cultural desde la fe, humilde pero vigoroso, contra las imágenes pertinaces, seductoras y estereotipadas de los media, que despojan frecuentemente de valores los temas que acometen".
Asimismo, "también las riquezas que la liturgia contiene reclaman formas adecuadas a los tiempos que sirvan incluso como reclamo a los alejados". En este sentido, Melis aboga por que los "presbíteros y los responsables tengan una formación y una sensibilidad estética para ser capaces de transmitir los valores que tales bienes conllevan: la fraternidad, la promoción integral de la persona y la riqueza humanizadora de una cultura responsable que sale al paso de la pobreza y de sus nuevas formas".
El trabajo de investigación de Melis parte de la base de que "la alianza entre la Iglesia y el arte, que tan buenos frutos ha dado a lo largo de la historia para bien de la Iglesia, del arte y la cultura y sin la cual sería imposible comprender la antropología cultural del hombre occidental, se halla en crisis desde la Edad Moderna, se ha debilitado", fundamentalmente, con la incidencia de la secularización y la "desvinculación del hombre con Dios".
Sin embargo, considera que el patrimonio de los Bienes Culturales de la Iglesia, "no es algo acabado, sino en necesario diálogo con su presente para poder ser convenientemente valorado y asumido y una nueva alianza implica un beneficio para la Iglesia, para el arte y la cultura". Finalmente, el sacerdote valenciano propone "renovar la feliz alianza entre la Iglesia y el arte ya que es uno de los desafíos que tenemos planteados para la nueva evangelización".