El director de La Gran Muralla se defiende de las acusaciones 'racistas': "La película es todo lo contrario"

La Gran Muralla Matt Damon
LEGENDARY
Actualizado: sábado, 6 agosto 2016 12:06

MADRID, 6 Ago. (EDIZIONES) -

   Zhang Yimou, director de La Gran Muralla, ha salido al paso de las críticas vertidas sobre su última película, objeto de polémica por el 'whitewashing' -utilizar actores de raza caucásica para roles que deberían ser encarnados por intérpretes de otras etnias-, que enfureció a parte de quienes ya vieron el tráiler.

   A semejanza de otros filmes donde ocurrió algo parecido (el más reciente, Dioses de Egipto), Yimou no ha entendido dicha controversia y ha decidido contestar a sus detractores: "La Gran Muralla es todo lo contrario [a estas críticas]. Por primera vez, una cinta enraizada en la cultura china, con uno de los mayores repartos chinos jamás reunidos, pretende ser el buque insignia de una compañía a nivel mundial. Creo que esto debería ser tendencia en nuestra industria".

   Ante la polémica del 'blanqueo de personajes', Yimou ha sido más tajante. "La cinta no narra la construcción de La Gran Muralla", ha dicho el cineasta, "por lo que Matt Damon no interpreta a ningún caracter que fuera originalmente concebido para un actor chino. La llegada [del personaje de Damon] a la trama es un importante punto de giro de esta. Hay cinco héroes en nuestra película y él es sólo uno de ellos. Él resto sí son de origen asiático", ha añadido el realizador de La casa de las dagas voladoras.

MITOS RACISTAS

   Ante la oleada de tweets en contra, entre ellos uno de la actriz Costance Wu que decía que esta clase de cintas "perpetúan el mito racista de que sólo los hombres blancos pueden salvar al mundo", Yimou ha clamado que él nunca tendría "un cast que no fuera natural" dentro de una película.

   En la película, de tono épico, Damon es un soldado de la antigua China que batalla contra criaturas demoníacas. Le acompaña también el televisivo Pedro Pascal (Juego de Tronos, Narcos).

   La Gran Muralla es una co-producción entre China y EE.UU. con un presupuesto estimado de 140 millones de dólares. Se estrenará en diciembre en el país asiático y en 2017 en el resto del mundo.