MADRID, 3 Ene. (EDIZIONES)
El 2015 ha sido un año intenso para Quentin Tarantino. Hace poco recibió una demanda por plagio en el guión de Django Desencadenado. También ha obtenido su propia estrella en el Paseo de la Fama, y poco después ha anunciado que ya pensaba en su retirada. Sin embargo, aún tiene algunas cuentas pendientes que solventar con su público. Y una de ellas es, sin duda, la tercera (¿y última?) entrega de Kill Bill.
Desde el estreno en 2003 y 2004 de los dos volúmenes de Kill Bill, Tarantino ha asegurado que no pretendía volver a visitar el universo habitado por La Novia y Los 88 Maniacos, ya que no es su intención repetir un género que ya ha explorado.
Pero puede que algo le haya hecho cambiar de idea -recordemos que sus dos últimas películas han sido westerns- y al final se va a embarcar en la tercera entrega de su trilogía sobre la venganza.
El cineasta no suele dejar cabos sueltos en sus historias, así que muy presumiblemente podemos adelantar que el guión tratará sobre la hija de Vernita (aquella pequeña niña que tiene que presenciar como Beatrix Kiddo mata a su madre ante sus ojos en Kill Bill: Vol. 1) y de su búsqueda de venganza contra La Novia.
Sin embargo, Tarantino declaró hace poco que quiere dar a su protagonista mucho tiempo con su hija, con la intención de que encuentre la paz. Ese es el motivo principal de que la tercera entrega se esté retrasando tanto, ya que dentro del tiempo narrativo de la película se respeta el tiempo real. Ahora mismo habrían pasado doce años desde lo acontecido en el Vol. 2.
Otras teorías especulativas llegaron a comentar hace un tiempo que posiblemente la historia de Nikki (la hija de Vernita Green) sería el argumento de una posible cuarta entrega. Mientras que el Vol. 3 podría centrarse en la venganza de los pocos supervivientes del grupo 88 Maníacos, que actuaría como un personaje coral que por lo tanto también merecería su propia venganza.
Tarantino no ha dado ninguna pista seria sobre el argumento, aunque ha comentado algunas trazas de lo que será el futuro guión: "He estado hablando con Uma (Thurman), y hemos llegado a la conclusión de que algunas cosas que no llegamos a incluir en las dos primeras entregas podrían funcionar muy bien".
El director también ha aclarado que sus intenciones nunca han sido continuar ya que "sentía que ya había contado todo lo que tenía que contar, y que se sentía seducido por dejar a Beatrix vivir el resto de su vida en paz".
Por último, y para no defraudar a su público, ha decidido mantener la llama de la esperanza viva con una última declaración de intenciones: "Desde Kill Bill mi trabajo se desviado mucho hacia lo literario, dejando un poco de lado la parte visual, de una forma u otra. Creo que una buena ración de vísceras sería algo agradable, al menos en algún momento futuro".
