LOS ANGELES (Reuters/EP)
En su camino hasta el histórico triunfo en la noche de los Oscar Kathryn Bigelow ha dejado varios cadáveres cinematográficos. Son nombres tan célebres como James Cameron, George Clooney o Rob Marshall. Son los perdedores de los Oscar.
Doce años atrás, James Cameron se proclamó El Rey del mundo cuando "Titanic" ganó el Oscar a la mejor película y otras diez estatuillas más, entre ellas la de mejor director. Pero el domingo, sus deseos de repetir la proeza con Avatar, la cinta con la que ha batido su propio record en taquilla, se vieron pulverizados por En tierra hostil, la cinta que, cosas del destino, dirigía su ex esposa Kathryn Bigelow.
Las dos producciones estaban nominadas en nueve categorías y el resultado fue evidente: Avatar se tuvo que conformar con tres Oscar en categorías técnicas mientras que En tierra hostil se llevo seis premios, incluyendo mejor película y mejor director. Cameron, que estaba personalmente nominado a tres categorías, se fue con las manos vacías.
La otra gran perdedora de la noche fue Up in the Air, la cinta que protagoniza George Clooney y dirige Jason Reitman. Sus seis candidaturas presagiaban que podría convertirse en la gran sorpresa de la noche, el tapado de la ceremonia... pero finalmente se fue con las manos vacías. Un cero en el casillero ante el que Clooney, nominado en la categoría de mejor actor, y Reitman no pudieron esconder su descontento. "¡Qué noche!", escribió Reitman en Twitter.
Otras que se fueron de manos vacías fueron Distrito 9 y Nine. La cinta de ciencia-ficción ya tuvo su premio en taquilla, siendo una de las revelaciones del año y estar entre las diez nominadas a mejor película ya era todo un triunfo. Distinto es el caso del musical de Rob Marshall, no ha funcionado en taquilla y obtaba a premios menores, salvo el de Penélope Cruz. También se fue de vacío.
Al menos un Oscar se llevaron los Malditos Bastardos de Tarantino. Con ocho candidaturas su cinta seguía a Avatar y En tierra hostil, pero únicamente el actor austriaco Christoph Waltz vio recompensado su trabajo y, tal y como estaba previsto, se llevó el Oscar al mejor actor de reparto por bordar el personaje del desalmado Coronel Hans Landa.