Amor, aventuras y un árbol africano con respuestas en 'El hombre del Baobab'

david cantero
Beatriz Velasco/Ep
Actualizado: miércoles, 20 mayo 2009 21:13

MADRID, 20 May. (EUROPA PRESS) -

Inspirada en la vida de su padre, piloto militar y aventurero, el periodista David Cantero presenta su segunda novela, 'El hombre del Baobab', en donde su protagonista, que se debate entre la vida o el suicidio y viaja al continente africano, acompañado de su padre, en busca de respuestas.

En palabras de David Cantero, quien actualmente presenta el telediario de fin de semana de TVE, 'El hombre del Baobab' es un libro de "sentimientos y aventuras" y un homenaje a su padre y al continente africano, "que ha marcado mi vida desde que era niño", confesó hoy durante la presentación del libro en Madrid.

En este sentido, explicó que su casa estaba llena de máscaras y figuras de marfil, ya su padre había trabajado mucho años en África como piloto militar en una misión de paz de Naciones Unidas. Con los años, el propio David Cantero decidió viajar a África para conocerla personalmente y asegura haber visitado 22 países del continente negro.

UN PROTAGONISTA FRACASADO

El protagonista de 'El hombre del Baobab' (Planeta), Luis Vaissé, llegado ya a la cuarentena, se enfrenta a un "amargo regusto de fracaso en la boca del alma" y decide acabar con su vida en cuanto muera su padre enfermo. Pero antes decide cumplir un deseo varias veces postergado: realizar un viaje con su padre al Congo, un lugar que su padre ha añorado toda su vida.

Diez años después, el hijo de Luis, Adrián, está a punto de convertirse en aviador, como su abuelo, y el mismo día de su graduación recibe un sobre remitido desde Bamako (Malí) con un cuaderno de color ocre escrito por su padre, Luis, al que creía muerto diez años atrás.

Se trata de una larga carta, un testamento emocional, una confesión y la aceptación de toda una vida. Sobre todo es un relato sobre su amor por Nadia, la mujer con la que llevaba viviendo ocho años y que le ha traicionado con otro.

David Cantero, quien viajó varias veces al continente africano como corresponsal del Vaticano y acompañando al Papa Juan Pablo II, explicó hoy que en uno de esos viajes fue dónde encontró el título del libro, al descubrir un baobab, un árbol africano de gran tronco con un interior hueco capaz de albergar a una persona.