MADRID 19 Feb. (EUROPA PRESS) -
El París de principios del siglo XX ha inspirado a Roberto Verino para su nueva colección, creada para hombres y mujeres actuales y atrevidos que buscan un look moderno y funcional sin perder la elegancia y la sobriedad.
El orensano apuesta por trajes sastre para ella y para él, situando a la silueta como protagonista. En el caso de la mujer, el tweed se combina con plumas sintéticas y toques brillantes, creando un ambiente festivo. Los talles altos, las hombreras pronunciadas, las campanas exageradamente anchas y los manguitos y los cuellos de piel aportan aún más original a los conjuntos, que se cubren con originales prendas de abrigo.
Las parkas para ellos y los 'trench' y los ponchos de lana para ellas se convierten en piezas básicas para protegerse del frío. El aire más desenfadado lo aportan los abrigos de cuadros escoceses y los plumíferos confeccionados en materiales sintéticos de aspecto acolchado, extraña y magistralmente adornados con apliques de cristales de Swarosvki, remates en piel y plumas. Los brillos también están presentes en los abrigos, simulando en ocasiones ser una continuación de vestidos y vaporosos pantalones realizados con rasos y adornados con lentejuelas y brocados.
Precisamente, la combinación de tejidos es la nota característica de las propuestas de Verino. Tímidamente aparecen incluso los tules y las gasas, rematando juegos de volúmenes en que los fruncidos, los abullonados, las mangas de farolillo y los cuellos caídos conviven con faldas globo, pantalones cortos, cortes rectos, apliques de grandes flores y sensuales espaldas al aire para la noche. Cuando se oculta el sol, los colores tierra -beige, marrón- y el gris ceden todo el protagonismo al elegante negro.
En cuanto a los complementos, Roberto Verino no deja nada al azar. El diseñador propone pequeños bolsos de mano o tipo bombonera para las ocasiones más especiales y bolsos saco para un look más desenfadado. Muy ponibles son las interminables bufandas de lana, los calentadores de este tejido y las sensuales medias de fantasía. El atrevimiento también se lleva en los pies, con zapatos con estampados de inspiración salvaje. Por supuesto, sombreros y tocados con enormes plumas no pueden faltar en este homenaje a la moda parisina y sus excesos.