NUEVA YORK (ESTADOS UNIDOS), 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
El escolta de los Atlanta Hawks Jamal Crawford recibió de manera casi unánime el premio que le acredita como el Mejor Sexto Hombre de la competición en una temporada en la que su extraordinario poder anotador desde el banquillo ha sido una de las claves para convertir a su equipo en el tercero mejor de la Conferencia Este.
Fichado el pasado verano con el objetivo no sólo de mantener la anotación del equipo en ausencia de su estrella Joe Johnson, sino para contar con un jugador capaz de romper los partidos desde la segunda unidad, el escolta formado en la Universidad de Michigan cumplió a la perfección con su cometido.
Tanto es así que, a pesar de salir desde el banquillo, terminó la liga regular como el segundo mejor anotador de la plantilla con 18 puntos por noche, sólo por detrás del citado Johnson. De esta forma, Crawford arrasó en las votaciones al Mejor Sexto Hombre de la NBA, cosechando 110 de los 122 votos en juego por la primera plaza.
Aunque para optar al premio basta con haber sido suplente en más de la mitad de los encuentros, Crawford no ha llegado a salir en el quinteto inicial ninguna noche. No en vano, en los últimos 40 años de historia en la liga, sólo Ricky Pierce en la temporada 1989-90 ha conseguido un promedio de anotación superior (23 puntos), sin haber sido titular en ningún partido.
Con un total de 580 puntos, el escolta de los Hawks superó ampliamente al segundo clasificado, un Jason Terry que también tuvo su pasado en Atlanta. El actual anotador de los Dallas Mavericks, ganador de este galardón la temporada pasada, se quedó en 220 puntos, mientras que el ex barcelonista Anderson Varejao terminó con 126.
Actualmente, Jamal Crawford se encuentra disputando la primera ronda de los 'play-off' de la NBA frente a los Milwaukee Bucks. Con empate en la serie tras la celebración de los cuatro primeros partidos, Crawford ha bajado su producción hasta los 13.5 puntos.
