CHARLEROI (BÉLGICA), 10 Abr. (EUROPA PRESS/Noelia González) -
La sección de baloncesto del Real Madrid se sacó esta noche en el Spiroudome de Charleroi una espina que tenía clavada desde hace una década, el tiempo que ha tardado en conquistar un título europeo que se le resistía desde 19997.
Los de Joan Plaza se impusieron al Lietuvos Rytas en la final de la Copa ULEB y, además de conquistar su primer título europeo del siglo XXI sumaron este entorchado por primera vez en su historia.
Tras haber perdido la final de esta bisoña competición en 2004 ante el Hapoel, el mismo escenario de entonces, pero con distinto rival, le sirvió al Real Madrid para sumar a su palmarés la Copa ULEB, el único título europeo que había disputado y no había conseguido ganar.
El equipo más laureado de Viejo Continente, que adorna su palmarés con ocho Copas de Europa, una Korac y cuatro títulos de la Recopa o Copa Saporta --sin olvidar sus títulos domésticos--, no había logrado alzar este trofeo, pero hoy pudo resarcirse de la derrota de hace tres campañas.
De aquella decepción de 2004 sólo permanece en la plantilla Alex Mumbrú, un campeón del Mundo que ha regresado esta campaña al Real Madrid y que, tras superar una lesión, ha ayudado a los blancos a conquistar su primer título de la mano de Joan Plaza.
También Alberto Herreros permanece en el club, aunque ahora en labores de gestión, por lo que el título conquistado hoy supone el primero en una final europea para todos los miembros de la plantilla.
Muy lejos queda ya la Saporta conquistada en 1997, pero una década después los blancos volverá a abrir sus vitrinas para colocar este ansiado título, en una temporada en la que se perdió en Málaga la final de la Copa del Rey, pero en la que aún se desea brillar en la ACB.
A POR LA NOVENA
Este título, además de su valor en sí, cobra mayor relevancia si se recuerda que da acceso a los blancos a volver a disputar la próxima temporada la máxima competición europea, la ansiada Euroliga, el gran objetivo de los madridistas.
Así, para la próxima temporada el resto está claro, sumar la novena Copa de Europa y rememorar los bellos recuerdos de aquella 'Final Four' de 1995 en Zaragoza, en la que los blancos sumaron su octavo título tras 15 años de sequía.
