Archivo - Paula Arcos celebra durante un partido de la selección española - Javier Borrego / AFP7 / Europa Press - Archivo
MADRID 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
La jugadora de la selección española de balonmano Paula Arcos nota al equipo "más consolidado y cogiendo más experiencia" de cara a afrontar a partir de la semana que viene el Mundial de Alemania y País Bajos, una cita donde les va a venir bien jugar "contra rivales muy duros" en un torneo previo amistoso en Noruega, mientras que, a nivel personal, no esconde el enriquecimiento que le ha supuesto jugar fuera de España y la relevancia de su papel en las 'Guerreras' donde, pese a su juventud, ya es una de "las veteranas".
"Hemos tenido un par de días para ponernos a punto antes de irnos a Noruega a jugar un torneo amistoso donde usaremos esos partidos contra rivales muy duros, la verdad", subrayó Paula Arcos en declaraciones a Europa Press antes de partir a la localidad noruega de Bergen.
El combinado nacional arrancó ya la Posten Cup con una dura derrota ante la potente anfitriona (41-19) y aún debe medirse a Hungría y Serbia, rivales teóricamente más potentes que Paraguay e Islas Feroe, en su grupo del Mundial junto a Montenegro.
"En los Mundiales siempre entran muchos más países y al final el nivel al principio es como un 'poquito' más bajo, más asequible siempre, pero creo que nos va a venir muy bien porque si tenemos la suerte de pasar a la Ronda Principal, jugar estos partidos contra rivales tan intensos (en Noruega) creo que nos va a venir muy bien de cara al Mundial", aseguró.
La alicantina vuelve a jugar un gran torneo internacional con tan sólo 23 años y acumula más de 70 internacionalidades, siendo de las más experimentadas junto a las centenarias Jennifer Gutiérrez y Alicia Fernández, después de entrar en la selección "muy jovencita". "Ahora mismo lo sigo siendo, pero sin darme cuenta pues me he convertido, por así decirlo, en una de las veteranas. Echando a la vista atrás, todo eso me sirve para en momentos como estos tener cada vez más experiencia o poder ayudar a mis compañeras en ese plus de experiencia", confesó.
La selección está en un proceso de construcción que ha provocado que lleven "un par de años, no más flojas, pero sí en un cambio generacional". "Eso siempre se nota, pero sí que es verdad que al equipo ahora mismo lo noto en un momento que cada vez estamos mejorando más, que en cada campeonato vamos cogiendo más experiencia y cada vez le veo más consolidado", subrayó.
"Yo jugué prácticamente desde cero porque al final este cambio generacional fue muy radical y es muy complicado. Cada una jugamos en un país, a un estilo de juego diferente y al final nos concentramos cada mes o dos meses, y es muy difícil que en una semana te puedas entender con tus compañeras otra vez. Pero ahora mismo el grupo está bastante cerrado y es muy bueno, la verdad", añadió al respecto.
Por ello, de cara al Mundial, no se ponen "objetivos como tal". "No tenemos un puesto fijo de que queramos ser primera, segunda o tercera, Por supuesto que a todas nos encantaría tocar medalla, y eso es un objetivo que tenemos en mente, pero estamos en un cambio generacional en el que todavía nos queda un camino muy largo, y el objetivo sobre todo es salir del campeonato con buenas sensaciones y ver que el equipo ha mejorado y que ha crecido como grupo", puntualizó.
EL ENRIQUECIMIENTO DE JUGAR FUERA
Paula Arcos ya lleva también varios años fuera de España, primero en Noruega, jugando en el Vipers Kristiansand, y ahora en Rumanía, en el Gloria Bistrita, lo que le ha permitido tener "la experiencia de jugar en dos países diferentes". "El balonmano es balonmano en todos los sitios, pero sí que se nota que es un balonmano totalmente diferente cuando yo jugaba en Noruega y ahora que estoy en Rumanía", comentó.
"Es otro nivel, otras disciplinas, otras culturas, entonces, creas o no, estar en un vestuario con gente de tantos países, te hace mejorar y te hace adaptarte a muchísimos estilos de juego, y eso es muy bueno, creo", confesó la alicantina.
En este sentido, la lateral reconoce que donde más se ha podido enriquecer es "aprender a manejar dentro del vestuario diferentes culturas, diferentes formas de juego, diferentes jugadoras, con unas que le gusta penetrar, a otras que le gusta lanzar de fuera. Me enriquece en el sentido de que cuando tengo que cambiar con una jugadora rápido, pues mentalizarme de que a ella le gusta lanzar, penetrar o moverse sin balón", opinó la internacional.