MADRID, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
El ciclista británico Mark Cavendish (Etixx-Quick Step), ganador de la séptima etapa del Tour de Francia, disputada entre Livarot y Fougeres sobre 190,5 kilómetros, dedicó su triunfo al corredor alemán Tony Martin, líder de la prueba hasta este jueves, tras romperse la clavícula izquierda en una caída a pocos metros de la meta.
Cavendish, que venció por delante del alemán Andre Greipel (Lotto-Soudal) y el eslovaco Peter Sagan (Tikoff-Saxo), se mostró satisfecho por reencontrarse con un triunfo de etapa casi dos años después. "La clave ha sido el 'timing', que fue lo que falló los otros días. Es difícil esperar, no soy una persona especialmente paciente, pero todo es cuestión de táctica", explicó.
"En los dos últimos sprints mi equipo había hecho un buen trabajo, pero yo estaba muy ansioso y salí demasiado pronto. Cualquier indecisión puede suponer que te adelanten uno o dos corredores y que tu sprint se haya terminado. Hoy no quería ser impaciente pero casi me paso de rosca", comentó el de Isla de Man.
"Vi que Alexander Kristoff tenía dos lanzadores y, normalmente, él se lanza bastante pronto. Esperé para seguirlo y casi llego tarde. Tuve que esquivar a Guarnieri y fue un momento de pánico. Si André Greipel me hubiera empujado hacia las vallas habría perdido, pero es un auténtico 'gentleman' e hizo su sprint en línea recta. Yo tenía la misma potencia que otros días pero hoy la victoria era una cuestión de timing", incidió.
En relación a sus palabras de reconocimiento a Martin, el británico lamentó lo sucedido este jueves. "Lo que le pasó a Tony Martin es una pena, sobre todo perder el maillot amarillo de esa manera. Que ya no esté con nosotros es una gran pérdida para el equipo. Es un gran tipo con bici o sin ella. Es como si hubiéramos empezado el Tour de Francia siendo doce y solo quedáramos ocho. Estoy contento de que su operación haya ido bien. Quería ganar por él hoy y me hubiera encantado que estuviera aquí para celebrarlo con nosotros. Le dedico la victoria", dijo.
Preguntado por el sabor especial de un triunfo, Cavendish no se quedó con un solo. "Todas y cada una de mis 26 victorias en el Tour han sido especiales. Una victoria de etapa en el Tour marca la carrera de cualquier ciclista así que venir y poder ganar cada año es genial. Ha pasado un tiempo desde mi última victoria: dos años. Es fantástico haber podido ganar hoy porque estaban aquí mi mujer y mi hija para verlo", apuntó.
"No sé cuántas oportunidades más de sprint masivo habrá antes de llegar a París. A lo mejor en Valence o en Rodez, pero son finales que parecen complicados y que habrá que pelear contra Peter Sagan que va por buen camino para volver a llevarse el maillot verde este año", avisó Cavendish, que dijo que le gustaría quedarse en el Etixx-Quick Step el año que viene. "He crecido con este equipo. Los belgas adoran el ciclismo y yo también. Es genial poder compartir tu pasión con gente que siente lo mismo", sentenció.
