REYKJAVIK, 16 Ago. (EUROPA PRESS) -
La selección española sumó un triste empate sin goles ante Islandia, en un encuentro donde el combinado de Luis Aragonés nunca dio la sensación de poder hacerse con la victoria ante uno de los modestos del fútbol europeo.
El 'Sabio de Hortaleza' apostó por la continuidad tras la eliminación ante Francia en el Mundial y el equipo alargó su discreta imagen, empeorada por el rival al que se enfrentaban. España dio la sensación de no jugarse nada en este amistoso, ni siquiera el honor, ofreció un fútbol pobre, aderezado por su falta de definición en los metros finales, donde ni el 4-3-3 ni la aparición de los extremos varió en algo las sensaciones negativas.
Por ello, el partido sólo será recordado por Raúl, discreto en su partido número 100, y por Reina, titular los 90 minutos. En cambio, el mal encuentro tampoco significó el debú internacional de Borja Oubiña, la gran novedad de la convocatoria de Aragonés.
El choque no fue nada bueno. Islandia ofreció una idea con la que recibirá al combinado nacional en el encuentro de dentro de un año, éste sí válido para la Eurocopa 2008. Férreo y duro en defensa, esperando muy atrás y buscando el contragolpe como vía hacia el gol.
Por ello, España, sin ritmo ni tensión, se estrelló en todo momento contra la barrera islandesa. El antagónico dúo formado por Albelda y Cesc no fue capaz de construir fútbol ante la falta de espacios y los hombres de arriba (Torres, Raúl, Villa y Luis García) apenas participaron con éxito, lo que provocó incluso que el capitán, animoso en su centenario, se descolgase mucho sin demasiado éxito.
Además de esto, la habitual carencia española de cara al gol hizo acto de aparición. No es que tuviera demasiadas ocasiones, pero Luis García no acertó con la más clara y su vaselina se topó con los brazos de Arason. El resto, dominio poco contundente y tiros lejanos, e incluso algunos apuros provocados por el empuje local.
LOS EXTREMOS TAMPOCO MEJORAN LA IMAGEN
El panorama obligó a Aragonés a apostar por la España de los extremos, la que no gozó de su confianza en el Mundial. Reyes y Joaquín por Luis García y Fernando Torres y adiós al 4-3-3 para pasar al 4-4-2 con Villa y Raúl como delanteros puros.
Islandia no cambió y subió un punto su nivel de dureza, sobre todo porque la selección parecía más incisiva con los cambios, sobre todo el pretendido por el Real Madrid, que dio dos avisos a Arason. Fue un espejismo pese a que poco después, Villa, desaparecido en la segunda mitad jugando en su sitio, tampoco pudiese con el portero islandés en la ocasión más clara del choque en el último suspiro de un equipo sin mordiente ni creación.
