Fútbol.- Hildebrand se convierte en el sexto portero que quiere aprovechar la oportuidad de desbancar a Cañizares

VALENCIA 21 Sep. (EUROPA PRESS) -

El portero alemán Timo Hildebrand debutará el próximo domingo en la Liga española en el partido que enfrentará al Valencia contra el Betis y se convertirá en el sexto guardameta que intentará aprovechar su oportunidad de desbancar a Cañizares.

En la última década, Cañizares se ha hecho dueño y señor de la portería blanquinegra con todos los entrenadores que han pasado por la entidad. Ahora, tras una micro rotura fibrilar, se le abre la puerta de la titularidad Hildebrand, internacional por Alemania y avalado por Oliver Khan.

A raíz del partido contra el Real Valladolid y tras el encuentro ante el Schalke 04 se confirmó el rumor que corría por la ciudad deportiva y que apuntaba al debut inminente de Hildebrand. La lesión de Cañizares ha facilitado la labor al entrenador a la hora de no tener que sentar al de Puertollano.

Hildebrand, a priori, tiene dos partidos por delante para demostrar su capacidad al entrenador que lo sigue muy de cerca en los entrenamientos. El alemán ha reclamado tímidamente tener minutos, pero siempre con "paciencia y tranquilidad".

El ex del Stuttgart se convertirá en el sexto portero que lucha con Cañizares por guardar el marco valencianista desde la temporada 98-99. Desde su llegada a Mestalla, el manchego ha superado a todos los que han estado a su lado en los entrenamientos: Bartual, Palop, Rangel, Butelle y Mora.

Todos ellos han tenido que emigrar, a excepción de Mora que cumple su tercera temporada como tercer portero y tiene muy difícil disputar de minutos. Butelle, que fue la última apuesta por un cancerbero joven para formarlo ha tenido que marcharse al Valladolid para gozar de minutos con los que coger experiencia.

La salida más traumática fue la de Andrés Palop, que, tras seis temporadas luchando codo con codo con Cañizares, tuvo que salir hacia Sevilla para lograr la gloria europea. La relación entre ambos porteros se deterioró hasta el punto de no hablarse.