PARÍS, 21 Feb. (EP/AP) -
El Lille se enfrenta a duras sanciones por parte de la UEFA a causa del polémico intento de parar el partido por parte de los jugadores del club francés ante el Manchester United en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones disputada ayer en Francia, que acabó con el resultado de 0-1 para el conjunto británico.
Asimismo, varios aficionados del Manchester United señalaron a la conclusión del encuentro que fueron golpeados contra las vallas del estadio por parte de la policía local, por lo que algunos de ellos tuvieron que ser atendidos por heridas de consideración.
Además, el técnico de los 'diablos rojos', Alex Ferguson, se mostró furioso con su homólogo en el Lille después de que éste incitara a sus jugadores a parar el encuentro tras el polémico gol de Ryan Giggs en el minuto 83 al lanzamiento de una falta, mientras los locales preparaban la barrera antes del silbido del árbitro.
La UEFA está esperando los informes del árbitro y de los delegados del partido antes de iniciar una investigación sobre los hechos ocurridos, en el marco de la firmeza que intenta mantener el máximo organismo del fútbol europeo ante la violencia en los estadios.
El encuentro fue jugado en el estadio Felix-Bollaert de la ciudad de Lens, debido a que el del Lille no cumple con la reglamentación de la UEFA. Igualmente, la temporada pasada el equipo galo también disputó sus encuentros como local a las afueras de París.
"No podemos adelantar qué acción tomará el comité de disciplina de la UEFA, pero si se encuentra algún motivo para actuar contra el Lille podría ser muy severa", señaló el portavoz del organismo, Rob Faulkner, en declaraciones a la BBC británica.
