MADRID, 31 May. (EUROPA PRESS) -
Tottenham y Liverpool se clasificaron a la final de la Liga de Campeones tras sendas remontadas en la vuelta de semifinales y esas gestas tuvieron nombres propios como los de Lucas Moura y Fernando Llorente en los 'spurs' o los de Georginio Wijnaldum y Divock Origi en las filas 'reds', aunque sólo el centrocampista holandés parece que tiene seguro salir de inicio en el Wanda Metropolitano.
Moura es uno de los que más pendiente está del estado físico y del tobillo de Harry Kane, porque si finalmente el inglés juega, lo más probable es que le condene a la suplencia pese a ser clave en las semifinales ante el Ajax.
La baja del '10' por lesión obligó a Mauricio Pochettino a utilizarle como ariete, junto a Son, y vivió su gran noche en el Johan Cruyff Arena cuando su equipo, tras perder en la ida 0-1, perdía 2-0 al descanso. Pero Moura se echó el equipo a la espalda y en poco más de 40 minutos transformó un triplete que ya ha entrado en la historia del club de Londres.
El primero fue una demostración de su potencia y velocidad, con un cambio de ritmo espectacular; en el segundo tuve que hacerse el hueco dentro del área con una gran calidad técnica, para finalmente en el tercero (minuto 96) llevar al éxtasis a Pochettino y toda la familia Spur.
Antes, en cuartos, el héroe fue el delantero español Fernando Llorente, que tiene complicado salir de inicio en su segunda final de 'Champions' tras la de 2015 con la Juventus. No estaba teniendo demasiados minutos durante la temporada, pero la lesión de Kane y sus cualidades le permitieron gozar de más confianza. En la vuelta ante el City, cuando salió en la segunda mitad, mostró sus cualidades jugando de espaldas y marcó el decisivo 4-3.
Por su parte, el Liverpool también accedió a la final de Madrid de manera agónica, con remontada incluida. Los 'reds' venían de encajar un doloroso 3-0 en el Camp Nou y se veía obligado a remontar con las bajas de Salah y Firmino, lo que abrió las puertas a por Shaqiri y Origi.
Este último fue clave. No había jugado más que 11 partidos en Premier League hasta ese momento e incluso jugó algún encuentro con el filial del Liverpool. Pero su momento llegó ante el Barcelona y a los siete minutos dio el primer zarpazo con un gol que permitía a su equipo creer en la hazaña, para luego sentenciar en el despiste 'culé' del saque de esquina.
A su lado, destacó la figura de Wijnaldum, que dio más fe a la grada de Anfield con su doblete en apenas dos minutos al comienzo de la segunda parte. El centrocampista holandés, salvo sorpresa, tiene garantizado su sitio en el once de Jürgen Klopp, sobre todo por la baja de Keita y por haber sido uno de los fijos del alemán, aunque, curiosamente, en la remontada partió desde el banquillo.