MADRID 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
El entrenador del Real Club Celta de Vigo, Luis Enrique Martínez, ha asegurado este viernes que tras el triunfo a domicilio ante el Sevilla (0-1) ve al equipo "con un nivel de confianza superior" para afrontar el duelo de este sábado en Balaídos ante el Rayo Vallecano, un conjunto que para el asturiano "no merece" ser colista de la Liga BBVA.
"Veo al equipo con un nivel de confianza superior. En cuanto a alegría, profesionalidad, la manera de afrontar la competición, los veo igual que siempre. Es cierto que los resultados tienen ese efecto con el grupo y el entorno", declaró en rueda de prensa.
Por ello, se mostró entusiasmado con el hecho de poder "conseguir esa segunda victoria -consecutiva- y la primera en casa", pero sabe que es "difícil". "Queda muchísimo margen de mejora, hay que ir perfeccionando diversos aspectos del juego", indicó el técnico celeste, que espera "el mayor apoyo posible" de la afición de Balaídos.
Además, el asturiano no se siente agobiado aunque el equipo todavía no haya ganado en su estadio. "Hemos superado esa presión; como no hemos ganado en Balaídos ya ni nos preocupa. Al final lo que hay que conseguir son los 40-43 puntos; si los conseguimos fuera seguro que no habrá ningún celtista que piense que esto es un desastre", afirmó.
"EL RAYO DEBE ESTAR UN POQUITO MÁS ARRIBA".
Sobre el Rayo, Luis Enrique afirmó que dispone de calidad de sobra como para estar fuera de puestos de descenso. "Por lo que le he visto este año, no merece para nada estar en esa posición. La clasificación condiciona, pero por fútbol y condiciones considero que es un equipo que debe estar un poquito más arriba", aseveró.
"Éste es un rival muy difícil para nosotros, muy complicado, sus números están ahí. La mentalidad de Paco Jémez el año pasado demostró que el Rayo era un equipo peligrosísimo y este año veo las mismas formas; es un equipo que quiere el balón y que te va a presionar alto siempre", añadió, antes de definir a Jémez como un "grandísimo entrenador".
El preparador del conjunto vigués es consciente de que se enfrentarán dos equipos que quieren el manejo de la pelota. "Como equipo nos va a complicar muchísimo la vida, que nos va a apretar y no nos va a dejar tener el balón. La primera lucha del partido va a ser quién se va a hacer con el balón. Será mucho más difícil de lo que se pueda pensar", subrayó.
"El Rayo nos va a poner en situación, porque nos va a presionar alto, pero hay que salir jugando el balón, nos va a exigir mucho cuando lo tenga. Va a ser una auténtica prueba de fuego a nivel futbolístico", continuó.
Por ello, prefiere un duelo "controlado" antes que de 'ida y vuelta'. "Si me aseguras que gano, me pego con quien quieras; si no me lo aseguras, prefiero un partido controlado", aseguró. "Nos hemos preparado esta semana para intentar hacerles el mayor daño posible con nuestras armas. El primer objetivo es llevar el peso del partido. Para nosotros tener la posesión es importante pero no es un fin, es un medio para conseguir algo", explicó.
Por último, lamentó la baja de Gustavo Cabral por un esguince en el ligamento lateral externo de la rodilla izquierda, ya que el central argentino aporta mucho "a nivel futbolístico y humano", pero sabe que dispone de "jugadores con muchas ganas de participar y con soluciones".