MADRID, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
La eliminatoria que enfrenta a Oporto y Chelsea en los octavos de final será una de las más morbosas de la Liga de Campeones, ya que el técnico de los londinenses, el portugués José Mourinho, regresa a su casa, pero dispuesto a amargarle la vida al Oporto que hizo campeón y que le sirvió de trampolín en su carrera como entrenador.
El Oporto le debe a Mourinho el título de 2004, además del de la UEFA de 2003, logros que permitieron al técnico luso ganarse un nombre tras su paso por el FC Barcelona y que le llevaron a hacerse con las riendas del club de Roman Abramovich.
Sin embargo, ha sido precisamente el equipo azulgrana el que le ha privado en las dos últimas temporadas de acceder a los cuartos de final de la competición, sembrando las dudas sobre su labor, y generando las primeras controversias en Stamford Bridge.
Intratable en sus dos primeras temporadas en el cargo, donde se proclamó campeón de la 'Premier League', su asignatura pendiente y su principal objetivo para esta campaña era Europa. Por eso, los tropiezos están prohibidos y más teniendo en cuenta que el Manchester United camina con paso firme a arrebatarle la corona.
Mañana será el tercer partido que Mourinho juegue contra el Oporto, después de que ambos quedaran encuadrados en la fase de grupos de la campaña 2004/2005. Entonces, el Chelsea ganó en casa por 3-1, mientras que perdió 2-1 en Oporto, aunque entonces ya estaba clasificado para octavos e hizo un 'favor' a sus ex para que lograran el pase.
"Sé que me esperará un recibimiento con dos caras; los que entendieron que entonces necesitaba nuevos retos en la mejor liga del mundo, que me darán una gran bienvenida y los que no lo comprenden, que me habrán preparado bonitas canciones", bromeó el entrenador luso, que tiene claro que "nadie puede borrar la historia" de lo que logró con los lusos.
En el duelo de mañana los londinenses, que, pese a que no están cuajando una temporada brillante siguen vivos en las cuatro competiciones, tratarán de sumar un resultado positivo para después resolver en casa ante un Oporto que camina con paso firme para hacerse de nuevo con el título de Portugal.
Para el partido, el Chelsea tendrá, entre otras, las bajas de Khalid Boulahrouz y Ashley Cole, aunque cuenta en sus filas con otros tres ex del Oporto como Hilário, Ricardo Carvalho y Paulo Ferreira, mientras que los de Jesualdo Ferreira tendrán a Ricardo Quaresma, sancionado en su competición doméstica, y a futbolistas de categoría como Lucho González, Postiga o Lisandro López, listos para batir a Cech.
