MADRID, 28 DE OCTUBRE (EDIZIONES)
La pasada semana, un ciervo se coló en un campo de entrenamiento de Estados Unidos donde un gran número de jóvenes de distintas edades hacían prácticas futbolísticas. El ciervo, que cruzó de lado a lado el campo, fue directo a un balón que estaba cerca de una de las porterías del campo. Y en esa frenética carrera, consiguió conectar una de sus patas delanteras con el esférico. El disparo salió muy pegado al palo largo. Mucha calidad la de Bambi. Tras el gol, el ciervo desapareció tras una arboleda. El ciervo no pudo resistir la tentación del gol, y es que es imposible ver un balón quieto y no tener ganas de patearlo. ¿Será instinto animal?
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Este animal tiene alma de delantero y lleva el gol en la sangre. Pero existen otros animales que prefieren otras demarcaciones. Como por ejemplo, la de ser portero. Ser portero requiere unas cualidades muy distintas a la de los demás jugadores. Se necesitan reflejos, rapidez de manos, agilidad... Mucha agilidad. ¿Qué animal reúne todas estas condiciones? Los gatos. Sin duda. Si no, que se lo digan a “el Gato” Ablanedo, ex portero del Sporting de Gijón...
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No es el único animal al que le gusta la práctica futbolística. Muchos otros sienten pasión por el fútbol y por un equipo en particular. Muchos de nosotros somos unos apasionados de un equipo de fútbol determinado. A ellos, a los animales, también les pasa lo mismo. Son hinchas de un equipo en particular. Celebran y lloran los goles de su equipo. Como lo hace este perro hincha de la selección portuguesa. Mirad cómo celebra el gol y cómo sufre con el gol recibido.
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Pero hay más. Este loro, hincha de Boca, es capaz de verbalizar la celebración de un gol de su equipo. El Loro Lorenzito siente los colores, los que lleva en sus plumas, por otro lado, ya que el amarillo y el azul los tiene en su plumaje, en la zona de la cabeza y el pico. ¡Hasta las plumas se pinta el loro por su equipo!
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Fijaos si los animales sienten pasión por el fútbol, que se inventaron el fenómeno de “el espontáneo”. Ellos fueron los primeros en saltar al campo sin permiso y parar un partido. Eso sí, como a todos, les sacaron del campo para que el partido pudiera continuar. Pero la diferencia es que ellos no reciben castigo. Los humanos salen detenidos, multados... Ellos no. Mejor para ellos.
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El fútbol es el deporte rey en el mundo. Es universal. Tan universal que apasiona hasta a los animales. Está demostrado. Y es que allá donde no llegue el fútbol no llega nadie...
