MADRID, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
El entrenador del Atlético de Madrid, Quique Sánchez Flores, no ocultó su malestar por la mala imagen ofrecida, de nuevo en el Vicente Calderón, donde su equipo encajó una derrota ante el Málaga (0-2), al tiempo que confesó que no tiene en mente presentar su dimisión.
"Nuestra peor versión es bastante mala y somos un equipo que crece desde la seguridad y si no es así, como hoy, somos frágiles, concedemos cosas y eso nos hace perder el partido", explicó sobre la derrota ante los malacitanos.
Además, entiende el enfado de la parroquia colchonera. "Lamento que no hemos hecho un buen partido, el no estar a la altura de los aficionados. No hay otro discurso, lo que haga el grupo o deje de hacer es cosa mía. Esto es una propuesta que no ha salido bien, no hemos hecho un buen partido. No nos conformamos, pero pedimos disculpas al aficionado que no se merecen estos desequilibrios emocionales", se sinceró.
"La desesperación de la grada la percibo y la hago mía, pero cuando la afición está alegre, se siente bien, estoy con ellos y cuando sienten esta impotencia yo me siento como ellos", señaló.
"El primer tiempo ha sido horrible, sin transiciones, sin juego, sin generar fútbol. La situación de gol nos ha venido a contrapie", comentó, señalando que "salva a un par" de sus jugadores que estuvieron "a un nivel altísimo". "Cuando formamos parte de un espectáculo malo nos responsabilizamos todos", apuntó.
Respecto a las rotaciones de este domingo, Sánchez Flores explicó: "Siempre pienso lo mismo cuando juega alguien que no es habitual, los demás son los que tienen que ayudar".
Por otro lado, el técnico madrileño confesó que este "resultado duele". "Las sensaciones no gustan nada y es como si el guión funciona al revés, son sensaciones muy duras. No estamos preparados, pero hay que asumirlo", zanjó.
"Debo decir que las cosas vayan bien en la Copa del Rey para mí no es suficiente porque tenemos que tener la capacidad de afrontar las dos competiciones. Quedan muchos partidos y me niego a pensar que sólo hay una puerta para estar en Europa porque es peligroso y como profesionales hay que luchar por lo máximo"", subrayó tras lograr esta semana su billete para las semifinales coperas.
Cuestionado sobre una posible dimisión tras los malos resultados ligueros, el madrileño confesó que no piensa en hacerlo. "Sería muy decepcionante y traicionar a un grupo que en estos momentos no se puede quedar si entrenador. Este bloque no está capacitado para quedarse sin rumbo y guía", reconoció.
