BARCELONA, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
El piloto español de skeleton Ander Mirambell empieza este jueves, como ganador de la Copa América y con ambición, su décimo Mundial consecutivo en la pista alemana de Altenberg, el mismo trazado en el que inició, hace trece años, su carrera en la especialidad.
"Llegar al Mundial de Altenberg con los deberes hechos es lo mejor que nos podía pasar. Nunca podría imaginar estar compitiendo durante tantos años en la élite y luchando por estar entre los mejores año tras año", aseguró Mirambell en declaraciones facilitadas por su departamento de prensa.
Confiado antes de esta gran cita, la última de la temporada, y con buena moral tras ganar la Copa América y el primer Campeonato de España, llega a la cita sin entrenador, pero con la voluntad de hacer un buen papel.
"La primera clave es la regularidad. Tenemos el pilotaje y ahora falta que funcionen los cambios que hemos trabajado en la salida. Si somos capaces de encadenar tres buenas bajadas, arriesgando y salvando la Omega, tenemos grandes opciones de ser competitivos", auguró.
Mirambell empezó su carrera en Altenberg, el considerado como segundo circuito más complicado del momento, en la temporada 2007-2008, y ahora llega al trazado alemán tras un año en que basó sus opciones de clasificación en la Copa América, que ganó.
Superado el proceso de la clasificación, el piloto catalán se centra en poner el broche a la temporada en el Mundial, que consta de tres bajadas y una cuarta adicional para los 20 mejores. La pista de Altenberg cuenta con 1.410 metros de longitud y 17 virajes que están siendo una pesadilla para muchos pilotos, a lo que se une la complicación meteorológica de estos días.
"En particular la curva 4, la famosa Omega, en cuya salida puede verse a los pilotos realizar 'escorpiones' para evitar volcar. Una imagen clásica", avisó el español. "Luego está la salida de la 9 hacia un Kreisel, que es una locura, para luego afrontar la zona final a una velocidad muy alta y con mucha presión. La lluvia, la nieve y la falta de trabajo de preparación del hielo convierten el estado de la pista en una lotería cada vez que bajas", lamentó.
Además, los entrenamientos no están ayudando demasiado a disipar esas dudas. "Si tenemos un día como los de los entrenamientos será complicado, porque el circuito empeora de uno a dos segundos entre el primero y el último por causa de la humedad", manifestó.
