MADRID, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
Seattle Seahawks y New England Patriots pelearán este domigo en el Estadio de la Universidad de Phoenix por conquistar la XLIX edición de la Super Bowl, la gran final del fútbol americano estadounidense, en un partido que se presenta igualado entre dos de las franquicias de más potencial en la actualidad en la NFL.
Los Halcones Marinos parten con un ligero favoritismo por su condición de actuales campeones, por estado de forma y por su temible defensa, la 'Legion of Boom', la mejor del campeonato y ante la que los Patriotas y su estelar 'quarterback' tendrán un duro examen.
Además, el partido está marcado por la polémica que rodea a los de Bill Belichik, el conocido 'Deflategate' en relación a los balones que no estaban inflados correctamente, lo que favorece las recepciones, en su final de conferencia ante los Colts de Indianápolis, a las que arrollaron pot 45-7. Todo va a quedar finalmente en una fuerte multa y el equipo de Boston tendrá que superar el ambiente enrarecido que rodea a su clasificación.
Con todo, bajo la atenta mirada de millones de personas en todo el planeta, la Super Bowl de esta temporada tiene todos los aliciente para ser una de las que más interés pueda despertar, con dos potentes equipos, los dos primeros favoritos de sus respectivas conferencias y con armas diferentes, liderados por dos 'quarterbacks' de mucho nivel y por dos de los mejores entrenadores de la NFL.
Seattle pretende defender con éxito la conquista el año pasado de su primer trofeo Vince Lombardi después de arrasar a los Broncos de Denver por 43-8 en el estadio MetLife de Nueva York. De conseguirlo, serían los primeros en repetir desde que lo hicieran precisamente los Patriots en las temporada 2003 y 2004.
Los de Pete Carroll, entrenador que fue despedido en 2000 por New England para dar paso a Bill Belichik, llegan entonados a este partido, después de encadenar ocho triunfos consecutivos, el último con mucho sufrimiento ante sus aficionados y firmando una remontada épica ante los Packers en la final de la Conferencia Nacional para ganar finalmente en la prórroga por 28-22.
Los Seahawks han acabado por segundo año consecutivo como los que menos puntos y yardas han concedido en la NFL, algo que no sucedía desde las campaña 1985 y 1986 con Chicago Bears. Su defensa sigue siendo su mejor arma y con la que más daño pueden hacer a su rival, con el 'parlanchín' 'cornerback' Richard Sherman, tan hábil a la hora de desconcentrar a sus oponentes como para las intercepciones, y el 'safety' Kam Chancellor, que finalmente parece que ha superado sus problemas físicos y será de la partida.
En ataque, los actuales campeones tienen una poderosa arma con el 'running back' Marshawn Lynch, uno de los favoritos para el 'MVP' y casi imparable a la carrera. Líder en yardas recorridas, Lynch es casi siempre la primera opción para el ataque por 'tierra' que usa Pete Carroll y que aprovecha su físico para explotar en los momentos más decisivos. Esta campaña ha firmado 17 'touchdowns', faceta en la que ha acabado líder de la temporada regular.
Luego está la figura de su 'quarterback', Russell Wilson, de 26 años, lejos del esplendor mediático con el que brilla Tom Brady, pero con un juego y una inteligencia que compensa su baja estatura para ser un mariscal de campo (1,80) y que le han situado entre los mejores en su posición, siendo capaz de lanzar y correr con el óvalo de forma efectiva. Pese a ser elegido en la tercera ronda por su equipo, su llegada ha sido clave en la evolución de Seattle y el año pasado no se intimidó ante Peyton Manning.
BRADY BUSCA ALCANZAR A MONTANA Y BRADSHAW.
Por su parte, los Patriots tendrán que esmerarse en desmenuzar la defensa de los Seahawks si quieren tener opciones de conquistar su cuarto anillos de campeón y consagrarse como la franquicia más dominadora de este siglo XXI en la que ha logrado todos sus títulos (2001, 2003 y 2004) en un total de cinco presencias (derrotados en 2007 y 2011 por los Giants).
Bill Belichik habrá estudiado concienzudamente como hacer daño a la línea defensiva rival, dispuesta a convertir en una 'pesadilla' el partido al popular y carismático Tom Brady, que juega su sexta Super Bowl, un récord, en busca de alcanzar en anillos (4) a mitos como su ídolo Joe Montana y Terry Bradshaw.
Además del marido de la modelo Gisele Bundchen, el ataque de los Patriotas tendrá sus mejores armas el receptor Rob Gronkowski, autor de 12 'touchdowns' en la temporada regular, mientras que si por el aire las cosas no funcionan, por tierra quedará la opción de LeGarrette Blount.
New England se proclamó campeón por séptima ocasión de la Conferencia Americana, después de una temporada regular en la que fue de menos a más para encadenar siete triunfos consecutivos. En los 'play-offs', su sufrimiento vino en las semifinales ante los Ravens de Baltimore, a los que tuvo que remontar una buena desventaja para imponerse 35-31, mientras que en la final pudieron claramente con los Colts, antes de que surgiese otro polémico caso a su alrededor (en 2007 fueron acusados de espionaje) que les puede 'picar' en su orgullo para esta final.
