MADRID, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Real Federación Española Deportes de Invierno (RFEDI) y la Real Federación Española Deportes de Hielo (RFEDH) han mostrado este martes su apoyo para que el proyecto Pirineos-Barcelona 2030 pase a ser una candidatura olímpica para los Juegos de Invierno.
Ambas federaciones, a través de un manifiesto conjunto en el que incluye un decálogo de razones por las que el proyecto debe presentarse, animan a las instituciones responsables "a dar el paso firme y definitivo para convertirlo en candidatura oficial".
Por ello, piden que se tomen "las decisiones adecuadas" para "materializar una iniciativa muy positiva para los deportes y deportistas de invierno" de España y "fundamental para los valles de montaña donde la nieve es su motor económico".
"Las instituciones públicas deben ser el engranaje que vehicule la ilusión del territorio para conseguir unos Juegos Olímpicos a caballo entre la Barcelona con su legado olímpico del 92 y la cordillera más importante de España en cuanto a número de estaciones de esquí, que bien merece ser la sede este gran evento y reafirmarse en el mapa mundial como destino ineludible de invierno", añade.
Para ello, la RFEDI y la RFEDH presentan un decálogo de razones para la organización. Así, aseguran que los Juegos supondrían la oportunidad de "promocionar la práctica deportiva de los deportes de invierno" y "posicionar los Pirineos a nivel internacional como territorio de referencia en la oferta de ocio deportivo" y de organización de pruebas, como ya ha organizado en numerosas ocasiones. Además, su organización permitiría "conseguir deportistas de élite" para obtener "resultados de primer nivel" en competiciones internacionales.
La organización de Pirineos-Barcelona 2030 supondría también que los deportes de invierno se incorporasen "dentro del sustrato cultural propio" de las comarcas de montaña, y que los de hielo representen "una alternativa más en la oferta deportiva" en las ciudades, además de "conectar con otras culturas deportivas emergentes" para lograr "un cierto volumen de traspaso de practicantes potenciales".
Los Juegos reforzarían además a Barcelona como "capital del deporte", proyectando "la capitalidad y la diversidad de la ciudad", y permitirían "potenciar y aprovechar todos los activos naturales posibles" de los Pirineos, permitiendo el "cambio de hábitos deportivos" de los ciudadanos con respecto a los deportes de hielo.
Además, el decálogo se apoya en que el proyecto siempre ha apostado por la "contención económica", utilizando "todas las infraestructuras y equipamientos existentes", aprovechando "el legado de 1992" y construyendo "el mínimo necesario". También destaca que se apoya en "un modelo de desarrollo respetuoso con la fragilidad de las áreas de montaña ante la emergencia climática y la diversidad cultural".
Por todo ello, "el proyecto olímpico es posible". "Barcelona puede llegar a ser una de las ciudades de más población en la historia de los Juegos de Invierno. Tiene capacidad económica y organizativa. Tiene una vocación deportiva innegable. Reafirma la herencia del 92. Hay tradición y tejido asociativo. Los deportes de hielo cumplirán en breve 100 años de historia en nuestro país y en los Pirineos, los deportes de nieve tienen más de 110 años de historia y el deporte está arraigado de tal manera que es el motor económico de los valles de montaña en invierno", concluye.
