MADRID, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Mundial de Rugby de Nueva Zelanda vive este fin de semana sus dos semifinales con nuevas 'batallas' dentro de los hemisferios, en el sur con la final anticipada entre la anfitriona y Australia, primera y segunda en el ranking mundial, y en el norte con la impredecible Francia y la sorpresa del torneo, Gales.
Nueva Zelanda, un país que respira rugby por los cuatro costados, sueña con repetir el éxito de hace 24 años y ganar el Mundial jugando en casa. Tras un camino teóricamente asequible en el torneo, aderezado con un duelo exigente y bien resuelto ante Argentina en cuartos de final, los 'All Blacks' afrontan su gran examen en semifinales ante Australia el domingo (10:00 hora española).
Pese a la importante baja de uno de los mejores jugadores del mundo, Dan Carter, Piri Weepu ya mostró ante los 'Pumas' (21 puntos) que tiene el punto de mira ajustado para ajusticiar al rival con sus patadas a palos. Otra de las grandes armas locales serán los 60.000 espectadores que abarrotarán el Eden Park de Auckland.
El duelo también tendrá alicientes en los banquillos, ya que Graham Henry, ratificado en el banquillo neozelandés hace cuatro años pese al fiasco en el Mundial de Francia, se jugará el cargo. La dirección del equipo australiano es para el técnico neozelandés Robbie Deans, que llegó a ser asistente de los 'All Blacks'.
La misión de Deans pasa por mentalizar a sus jugadores de que pueden vencer en Nueva Zelanda 25 años después de su último triunfo allí. Gran parte de las miradas estarán volcadas en Quade Cooper. El apertura, que combina genialidad e irregularidad, es oriundo de Nueva Zelanda, pero se mudó de niño a Australia y juega con los 'Wallabies', aunque no podrá tener su esperado duelo con el lesionado Dan Carter, considerado el mejor del mundo en esa posición.
Australia, que persigue su tercer entorchado mundial, mostró dudas en la primera fase con su derrota ante Irlanda, pero en cuartos de final exhibió ante Sudáfrica una defensa implacable capaz de frenar a cualquier rival. La igualdad prevista en esta semifinal quedó de manifiesto en el reciente Tres Naciones, donde Nueva Zelanda venció (30-14) antes de que Australia se tomara la revancha (25-20).
FRANCIA PARTE COMO FAVORITA ANTE GALES.
El orgullo europeo queda en manos de Gales y Francia, que abrirán el fuego de semifinales este sábado (10.00 hora española) con un duelo inédito en la historia de los Mundiales. Los galos persiguen su tercera final mundialista tras sucumbir en las de 1987 y 1999, mientras que el 'XV del Dragón' ha igualado su mejor resultado 24 años después.
El papel de favorito recae en el 'XV del Gallo', que ha crecido en el torneo a medida que avanzaban las jornadas. Tras una primera fase errática con dos derrotas, una muy clara ante la anfitriona (17-37) y otra muy sorprendente ante Tonga (14-19), los pupilos de Marc Lievremont mostraron el nivel que se les presuponía en cuartos de final, donde eliminaron a Inglaterra (19-12).
El técnico galo podrá contar finalmente con una pieza importante, el medio melé Dimitri Yachvili, ya recuperado de su lesión en el muslo. De esta forma, Francia no tiene excusas en su duelo ante Gales, con la que acumula un balance histórico muy equilibrado: 43 victorias, 43 derrotas y tres empates.
La ausencia de presión será el mejor aliado de la sorprendente selección galesa, que ha impresionado por su desparpajo bajo el mando de Sam Warburton, el capitán más joven en la historia de los Mundiales a sus 23 años, y la aportación de otro joven como George North.
Gales, verdugo de Irlanda en cuartos y dirigida por un neozelandés como Warren Gatland, contará con el apoyo al otro lado del planeta de los 60.000 aficionados que se reunirán para ver el encuentro en el Millennium Stadium de Cardiff.