Las cuatro finales de Nadal en Melbourne

Las cuatro finales de Nadal en Melbourne
REUTERS
Publicado: sábado, 26 enero 2019 10:32

   MADRID, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -

   Rafa Nadal juega este domingo su quinta final en Melbourne Park (2009, 2012, 2014, 2017 y 2019), el que será su 25 partido por el título en un 'Grand Slam', en busca de su 18 'grande'. Hace justo una década comenzó el tira y afloja del español con el Abierto de Australia, con el título de 2009. Después le tocaría la cara amarga de dejar escapar otros tres trofeos, pero Nadal siempre vuelve.

   -2009: "God, it's killing me" ("Dios, me está matando"). Esa frase que soltó un Federer entre lágrimas aún resuena en la historia del tenis. Nadal se convirtió aquel 1 de febrero de 2009 en el primer español en ganar el Abierto de Australia, al superar al suizo por 7-5, 3-6, 7-6(3), 3-6 y 6-2. El de Manacor había ganado en semifinales a Verdasco en cinco sets para alcanzar por primera vez ese partido decisivo del primer 'grande' de la temporada.

   Ahí le esperaba el suizo, a quien había ganando los cuatro partidos de 2008, incluidas las finales de Roland Garros y Wimbledon. Después de ese mítico encuentro en Londres, Nadal volvió a ganarle la batalla sobre la pista a Federer, gracias en parte a ese conflicto psicológico que pesaba en el suizo. La fortaleza mental dio ventaja al español, con algún error de su rival, que reaccionó para empatar. Nadal minó la moral del de Basilea con una gran defensa y la victoria parcial del tercero. Federer también supo sufrir después y atacar para forzar el quinto set. Ahí mandó el manacorí, directo y preciso para ganar el que era su sexto GS.

   -2012: La final más larga de la historia del 'Grand Slam'. Para llegar a su segunda final, Nadal remontó a Federer. Sin embargo, por aquel entonces el clásico del tenis comenzaba a ser su cita con Djokovic. El serbio le había ganado en 2011 las finales de Wimbledon y US Open, y le ganó también la australiana, su séptima victoria seguida sobre Nadal, todas finales de torneos.

   El balear estuvo dos sets a uno abajo, pero aguantó y tuvo 4-2 arriba en el quinto. Djokovic ganó la batalla de lo físico, donde Nadal se erigía gladiador, por 5-7, 6-4, 6-2, 6-7(5) y 7-5. Cinco horas y 53 minutos de lucha que marcan aún la final de GS más larga de la historia. Con un revés a dos manos y un incansable juego al resto que hoy en día no tiene rival, 'Nole' defendió su corona y ambos vivieron sentados y exhaustos la ceremonia de premios.

   -2014: La de Wawrinka y la espalda 'clavada' de Nadal. El primer 'grande' del año comenzaba a dar la espalda al español, nunca mejor dicho. Sin apenas rodaje, con un calor extremo, Nadal ya conoció contratiempos en 2010 y 2011, y en 2013 no jugó arrastrando los problemas de rodilla del curso anterior. El peor capítulo sería la final del 26 de enero de 2014, cuando un ataque de lumbago en el calentamiento limitó su juego ante un Wawrinka que no pensaba desaprovechar la ocasión de alzar su primer 'grande'.

   El suizo dio a conocer al gran público su derecha poderosa y su revés a una mano igualmente dañino y profundo, casi imposible en sus ángulos. Nadal tuvo que ser atendido por el fisio en el segundo set, que también se apuntó su rival en plena frustración del balear. 'Stan' tuvo el miedo a ganar, ante una leyenda del tenis ya entonces a la que nunca había ganado (12-0). Un parcial de premio y ovación para el español, que no pudo aguantar mucho más. Wawrinka rompía la hegemonía del 'Big Four', tras 16 'grandes' seguidos.

   -2017: Federer y Nadal nunca se fueron. Aquella temporada fue la que dejó claro que tanto el suizo como el español aún tenían y tienen mucho que decir. Ambos volvían de varios meses de inactividad y, a las primeras de cambio, se plantaron en una final de 'Grand Slam' como decimoséptimo y noveno cabezas de serie. El partido soñado en Melbourne se lo quedó el suizo, campeón de una gran cita como no hacía desde 2012 en el 'All England Club'.

   A Nadal se le escapó aquel reencuentro de leyendas un 29 de enero a cinco sets (6-4, 3-6, 6-1, 3-6, 6-3). Federer mandó de inicio con su saque, el balear reactivó sus piernas pero no tuvo continuidad ni aprovechó sus bolas de 'break' en el tercer set. La Rod Laver se frotaba las manos con la épica de Nadal para forzar el quinto, pero esta vez las lágrimas del suizo serían de alegría.

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