DESCONECTA, 18 Abr.
El señor Lauri Da Costa es un hombre sin hogar que vaga por las calles de Passo Fundo, Brasil. Desde hace cuatro años no camina solo, lo hace con la compañía de su fiel amigo de cuatro patas al que llama Seco. Su amistad es tan inseparable que ni las penurias pueden con ella.
El pasado 31 de marzo, Da Costa fue gravemente herido por un transeúnte que le tiró una piedra a la cara y tuvo que ser trasladado al hospital de inmediato. Lo que parecía que iban a ser pocos días de observación y luego recibir el alta se convirtieron en semanas al complicarse las cosas. Cuando lo estaban tratando de las lesiones de la cara, observaron un melanoma y tuvieron que trasladarle a quirófano.
Mientras tanto, su fiel amigo Seco, permaneció 8 días aguardando la salida de su dueño a las puertas del hospital. El personal sanitario, sensibilizado por tamaña demostración de afecto y sensibilidad, estuvo siempre pendiente de dejarle agua y un poco de comida cada día.
Dada la persistencia diaria de Seco por reunirse de nuevo con su dueño, los médicos y enfermeras hicieron una excepción al protocolo de visitas y dejaron que este obstinado perro se reuniera con su dueño.
Esos minutos de felicidad pura fueron grabados y plasman a la perfección la unión de amistad que hay entre Lauri y Seco.
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