Actualizado 26/05/2015 10:59

Harman Singh salva a un niño de 6 años con su turbante y recibe una sorpresa

Un hombre salva a un niño con su turbante
Foto: VÍA TWITTER

DESCONECTA, 26 May.

Un acto reflejo de bondad por parte de Harman Singh, un hombre de 22 años, de Nueva Zelanda, ha dado la vuelta al mundo durante este fin de semana gracias a las redes sociales. Su gesto fue el de socorrer a un niño de 6 años que acababa de sufrir un atropello en mitad de la calle, quitándose el turbante de su cabeza y poniéndolo debajo de la cabeza del pequeño para estabilizar.

El gesto de acudir a socorrer ya es digno de alabanzas para cualquier persona que se encontrase en su misma situación, sin embargo, el hecho de que Singh se quitara el turbante de la cabeza es lo que ha conmovido a las redes sociales de todo el mundo.

Harman Singh practica el Sijismo, una religión de origen indio, que cuenta con 25 millones de fieles en el mundo. Los 'Sij', que es el nombre por el que se conocen a estos fieles, tienen la obligación, en el caso de los hombres, de no quitarse el turbante en público. Esta tela que cubre y protege su cabello representa la espiritualidad, el honor y la piedad y, de acuerdo con las normas religiosas, no debe ser quitado en público.

Pero, cuando el viernes pasado, Singh escuchó que enfrente de su casa de Auckland había sucedido un accidente de coche y que un niño de 6 años estaba tendido en el suelo, no dudo ni un segundo en salir y salvar una vida.


Gracias a los primeros auxilios y el cuidado no sólo de Singh, sino de las otras personas que acudieron a socorrer a Daejon Pahia, de 6 años, el pequeño pudo ser trasladado de urgencias a un hospital, donde tras practicarle una cirugía se encuentra en recuperación.

Este gesto de humanidad fue recogido por varios medios, entre ellos, el canal de televisión OneNews de Nueva Zelanda, que acudió días después a la casa de Harman Singh para hacerle una entrevista al que se había convertido en el héroe de la comunidad. Un héroe humilde, que prefirió prescindir de tal galardón y aclarar que hizo lo que cualquiera hubiera hecho en su situación.

Fue en mitad de esta entrevista, cuando el equipo de producción le sorprendía con la llegada de un camión entero de muebles, armarios y una cama que formarían parte de la nueva decoración de la casa de Harman.

Este gesto de amabilidad es el que la comunidad de vecinos del sur de Auckland, donde Singh vive, quiso tener con el joven que 'rompió el protocolo' para salvar la vida de un niño. Entrecomillamos 'rompió el protocolo' porque, técnicamente, Harman Singh no incumplió ninguna norma de su religión. 

Según cuenta la Asociación de la Prensa de los Sij en Facebook, "a un sij se le enseña a hacer todo lo posible por ayudar a cualquier persona, sobre todo a situaciones como las que se describen en este artículo".