EDIZIONES, 15 mar.
El vacío y el desconsuelo que supuso para los abuelos de Ashley Bowerman la muerte de su querido perro fue devastador para esta pareja de ancianos. Después de más de una década ofreciéndoles compañía y cariño a diario, Tucker, su perro, falleció el año pasado a la edad de 12 años.
Tras su fallecimiento, y en su honor, la pareja alzó un altar en su casa, un rincón donde poder aferrarse a su memoria y tratar de encontrar consuelo a su pérdida. Pero no fue fácil. Especialmente, para la abuela de la joven, que era quien peor lo estaba llevando.
"Él siempre había sido gran parte de sus vidas", dijo Ashley a The Dodo.
Durante las vacaciones del año pasado, cuando la ausencia de Tucker fue particularmente triste, el abuelo de Ashley escribió una carta a su esposa en nombre del perrito que habían perdido.
La carta dice así:
"Solo quería que supieras que no podía haber tenido una mamá mejor. Desde que era tan solo un cachorro hasta el momento en que tuviste que dejarme ir, me cuidaste muy bien. Ahora estoy en este hermoso lugar sin preocupaciones, ni dolor. Te estaré cuidando como siempre lo hice, esperando en la ventana. Ten una vida maravillosa hasta que nos volvamos a ver. Tuckie".
Estas tiernas y cariñosas palabras supusieron para la abuela de Ashley el consuelo y la tranquilidad que ella tanto ansiaba para seguir con su duelo adelante y superar su pérdida.