MADRID, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
El 17,3% de las quejas de los consumidores en 2005 están relacionadas con el ámbito de las telecomunicaciones, según los datos de la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU), que durante el último año contabilizó 11.000 reclamaciones vinculadas a dicho sector.
Concretamente, en la Comunidad de Madrid sumaron 3.000 reclamaciones, que se tradujeron en el incremento de este porcentaje hasta el 18,6%. "Se trata de cifras muy importantes que dan idea de que el fenómeno de las telecomunicaciones ha llegado a un punto sin retorno", aseguró el portavoz de la CECU, Antonio López.
En declaraciones a Europa Press TV, puntualizó que estas quejas se refieren básicamente a "cosas muy sencillas pero que producen irritación e impotencia en el usuario", como los accesos de Internet y ADSL. López ejemplificó esta afirmación con el caso de "una facturación incorrecta que hacen a un usuario y que no hay manera de que se la quiten, pudiendo acabar en una lista negra de morosos", o "un alta o una baja en un operador que se hace por teléfono y se pierden datos del usuario".
Respecto a las últimas prácticas fraudulentas en la red, como el 'phising' o el 'slamming', López señaló que éstas también han protagonizado algunas quejas, pero, al ser "más nuevas", no están produciendo una excesiva reclamación. Por ello, insistió en que son los aspectos "más sencillos" los que protagonizan la gran mayoría de quejas y reclamaciones.
Si el usuario cree ser víctima de un fraude, la CECU aconseja "mandar un burofax a la empresa para que se certifique que alguien ha leído la reclamación" y, a partir de ahí, hacer una denuncia formal ante la compañía. Sin embargo, López admitió que con este sistema se está teniendo "poco éxito" porque los servicios de atención al cliente de las compañías son "un auténtico desastre, funcionan muy mal" y hacen que lleve "mucho tiempo" arreglar estas pequeñas reclamaciones.
MEDIDAS COMPENSATORIAS "DE SENTIDO COMÚN"
Sobre las medidas compensatorias a los usuarios que el secretario de Estado de Telecomunicaciones, Francisco Ros, anunció el pasado jueves, López se refirió a ellas como fruto del "extremo" al que ha llegado "la alarma" en lo que se refiere a quejas en el ámbito de las telecomunicaciones.
Obligar a las teleoperadoras a que certifiquen con un documento que alguien ha pedido un servicio de alta o baja y el prorrateo de una indemnización por el tiempo que se ha estado sin línea cuando un ADSL contratado se corta son algunas de las medidas previstas. López las calificó como algo "de sentido común", aunque se mostró cauto a la hora de valorar el éxito que pueden llegar a tener.
"Estas medidas son positivas y están hechas con muy buena intención, pero no basta con la buena intención", indicó el portavoz de la CECU. Por ello, se mostró partidario de esperar un tiempo para ver si éstas tienen o no efecto en este mundo "competitivo" de las operadoras, porque "si no, habrá que tomar otras medidas".