Economía/Consumo.- La CE dice que la responsabilidad de vigilar que los juguetes sean seguros es de los países de la UE

Actualizado: jueves, 16 agosto 2007 17:07

Informa a los Gobiernos europeos de la posible existencia en sus mercados de artículos tóxicos de Mattel fabricados en 2002

BRUSELAS, 16 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Comisión Europea insistió hoy en que la responsabilidad de vigilar que los productos que se ponen en el mercado europeo son seguros recae en los Estados miembros, de manera que en casos como el actual de los juguetes de Mattel son ellos o la propia compañía los únicos responsables de detectar los "incidentes" de seguridad.

La portavoz comunitaria, Antonia Mochan, dijo que la función del Ejecutivo comunitario se limita a coordinar las alertas que deben dar los Estados miembros o los propios fabricantes sobre "incidentes" hallados en los productos que se comercializan en el mercado europeo.

Mochan aseguró que el sistema funciona, aunque admitió que "no podemos controlar todos los productos que se ponen en el mercado". Por el contrario, afirmó que "tenemos un sistema muy eficiente que asegura que cualquier producto no seguro que está en el mercado (de la UE) es retirado rápidamente".

Por segunda vez en un mes, Bruselas activó este jueves su sistema de alerta rápida ante productos tóxicos (RAPEX) para informar a los 27 Gobiernos de la decisión que notificó Mattel a las autoridades británicas de retirara del mercado juguetes fabricados en China pintados con sustancias con niveles de plomo superiores a los permitidos o provistos de pequeños imanes que podrían provocar graves daños si son ingeridos o aspirados por los niños más pequeños. Las partidas de estos últimos artículos magnéticos abarcan productos fabricados entre 2002 y 2007.

JUGUETES MAGNÉTICOS

Una de las notificaciones de retirada afecta a juguetes magnéticos fabricados entre enero de 2002 y el 31 de enero de 2007, incluidos varios Polly Pocket, Doggie Day Care, muñecos Batman y accesorios y partes de Barbie&Tañer, que "podrían liberar pequeños y potentes imanes que podrían ser ingeridos o aspirados por los niños pequeños o introducirse en sus narices y oídos".

La ingesta de más de uno de estos imanes podría causar una "perforación intestina, infección u obstrucción que podría resultar fatal", explica la Comisión, que añade que su llegada a los pulmones por aspiración "requiere cirugía inmediata" y que en oídos y narices "pueden provocar inflamación y pueden ser difíciles de retirar".

"La mayoría" de los 18,2 millones de artículos de este tipo que Mattel ha reclamado en todo el mundo "ya han sido vendidos", indicó la Comisión, que recordó que en noviembre del año pasado la compañía ya realizó otra "retirada voluntaria" de estos juguetes.

La segunda notificación afecta a uno de los modelos de coches de la línea "CARS", llamado "Sarge", fabricados entre mayo y julio de 2007 y en los que se han hallado "niveles ilegales". La cantidad de productos retirados en todo el mundo es de 436.000, de ellos 253.000 en Estados Unidos y 183.000 en el resto del mundo, incluida la UE.

En este contexto, Mochan recordó que la vigilancia del mercado corresponde a los Estados miembros y a sus instituciones nacionales y que la Comisión se limita a trabajar con ellos "en términos de información comercial". Junto a las competencias de las autoridades nacionales, las empresas productoras también pueden, como es el caso de Mattel, decretar una "retirada voluntaria" de algún producto cuando se descubre que no es seguro para el consumidor.

Los datos de la Comisión indican un "incremento" del número de notificaciones de "incidentes" de este tipo, con casi un empate entre el número de notificaciones que hacen las autoridades nacionales y las que hacen las propias empresas productoras, con tendencia al alza de estas segundas. Así en 2006, las compañías notificaron el 41% y en 2007, del 51%.

"La sensación es que tenemos un sistema que funciona extremadamente bien", dijo Mochan, que recordó que hace unos meses la comisaria de Protección del Consumidor, Meglena Kuneva, apuntó que "todo el sistema descansa en mejorar la vigilancia por parte de las autoridades para asegurar que los productos en el mercado son seguros y, por otra parte, por parte de los productores, como en este caso Mattel, que cuando tengan una preocupación informen a todos los consumidores", indicó la portavoz.

MARCA CE

Por otra parte, Mochan precisó la diferencia que existe entre la obligación que tienen autoridades nacionales y empresas en garantizar la seguridad de los productos y el hecho de que éstos estén etiquetados con la marca CE, que, según la Comisión, "indica la conformidad de un producto con las obligaciones comunitarias que incumben al fabricante" en lo respectivo a "diseño, fabricación, comercialización y puesta en servicio de un producto".

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha cuestionado la marca CE como garantía de seguridad y Mochan reiteró este jueves que este distintivo no es una "regla de seguridad".

"De momento, las marcas de seguridad son nacionales, no hay un sistema europeo para esto", indicó y señaló que "la marca CE dice que el producto cumple con las reglas para que este producto llegue al mercado europeo", aunque admitió que "evidentemente, hay un solapamiento entre estos dos aspectos".

Que un producto esté etiquetado con la marca CE "significa que productor dice que el juguete corresponde a las reglas que fija la directiva", en este caso, de juguetes, que prevé que, en caso de que se demuestre lo contrario, hay "una vigilancia para asegurar que el productor o bien ha cambiado el producto o ha dejado de producir". Como último recurso, se podría poner en marcha la prohibición de que estos artículos irregulares entren en el mercado europeo.