Economía/Empresas.- La CE aprueba con condiciones la fusión entre los principales fabricantes de UPSs, APC y Schneider

Actualizado: jueves, 8 febrero 2007 19:27

BRUSELAS, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Comisión Europea autorizó hoy la fusión entre los dos principales suministradores de distintos tipos de sistemas de alimentación ininterrumpida (UPS, en inglés), American Power Conversión Corporation (APC) y el grupo francés Schneider Electric, después de que este último se comprometiera a deshacerse de una de sus filiales para que la operación no suponga un perjuicio para la competencia.

APC es una compañía activa en el diseño, fabricación y venta de equipamientos de protección de energía y de software y accesorios para ordenadores, equipos de comunicación y otro similares y, en particular, de dispositivos UPS.

Schneider se dedica a la fabricación y comercialización de productos en los sectores de la distribución eléctrica, control industrial y automatización. Sus actividades coinciden con las de APC en el sector de los UPSs, de cuya fabricación se encarga una empresa filial, MGE.

Así pues, Bruselas dio luz verde a la operación después de comprobar que la oferta de Schneider Electric era "conveniente" para disipar las dudas que le suscitó la fusión en relación a posibles problemas para la libre competencia. En concreto, el grupo francés se ofreció a desinvertir todas las actividades su filial MGE que estén relacionadas con el negocio de UPS.

De esta formal, la compañía responde a las preocupaciones de Bruselas por lo que respecta al sector de los UPSs, donde APC y MGE son el primer y segundo actor respectivamente. En concreto, la investigación del Ejecutivo comunitario concluyó que la fusión podría comportar perjuicios para la competencia particularmente en el mercado de los UPSs más pequeños -con una gama de potencia por debajo de 10 kVA_que se utilizan para proteger ordenadores individuales o en pequeños negocios.

En este sentido, Bruselas determinó que, sin una solución como la que se ha hallado finalmente, la operación podría "debilitar" la competición y, por tanto, albergar "serias preocupaciones" acerca de si ésta estaría en línea con las reglas del mercado interior.