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MUNICH (ALEMANIA), 25 Abr. (de la corresponsal de EUROPA PRESS Clara U. Molina) -
El consorcio alemán Siemens cerró el segundo trimestre de su año fiscal 2006-2007 (enero-marzo) con un beneficio neto de 1.259 millones de euros, lo que se traduce en un incremento del 36% respecto al mismo periodo del ejercicio precedente, anunció la compañía en un comunicado.
La cifra de negocio de la multinacional alemana se elevó a 20.626 millones de euros entre los pasados meses de enero y marzo, lo que supone una progresión del 10%, en tanto que los pedidos se situaron en 23.469 millones de euros, un 9% más.
La compañía alemana, que mañana presenta oficialmente los resultados preliminares correspondientes a su segundo trimestre fiscal, incrementó un 49% el beneficio de operaciones, con 1.964 millones de euros.
De su lado, el beneficio de operaciones continuas experimentó un crecimiento del 56%, hasta situarse en 1.396 millones de euros, en comparación con los 897 millones de los tres primeros meses de 2006.
El Consejo de Vigilancia de la compañía debe decidir próximamente la permanencia o sustitución del actual presidente, Klaus Kleinfeld, que ha ocupado el cargo desde 2005.
Entre los principales candidatos a sustituir a Kleinfeld, la prensa alemana apunta al directivo del consorcio internacional de gas e ingeniería Linde, Wolfgang Reitzle -cuya candidatura apoya Ackerman, según los medios-, y al ex directivo del grupo Volkswagen Wolfgang Bernhard.
El Consejo de Supervisión aboga por la retirada de Kleinfled con el objetivo de facilitar un "nuevo y limpio principio", según palabras del presidente del Deutsche Bank, Josef Ackermann, quien se encuentra actualmente en la presidencia del consejo de vigilancia de Siemens.
Kleinfeld, de 49 años, lleva veinte años en Siemens, además de formar parte de la junta directiva de las estadounidenses Citigroup y Alcoa. El empresario ocupó varios puestos de liderazgo en la firma alemana, al tiempo en que se habrían cometido las irregularidades actualmente investigadas. Sin embargo, hasta la fecha no hay indicios para pensar que Kleinfeld pudiera estar involucrado en los escándalos de la empresa.
Tanto la Justicia alemana, desde la fiscalía de Munich, como la estadounidense están investigando al grupo alemán por escándalo de sobornos y desfalcos desde noviembre de 2006, valorado en unos 420 millones de euros.
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