Economía/Macro.- (Ampliación) La economía española creció un 3,4% en 2005, según el Banco de España

Actualizado: miércoles, 1 febrero 2006 14:03

Constata una moderación en el precio de la vivienda y dice que si se confirma, facilitará una "absorción ordenada" del sobrecoste actual


MADRID, 1 Feb. (EUROPA PRESS) -

La economía española creció un 3,4% en 2005, por encima del 3,1% registrado el año anterior, como consecuencia de una mayor crecimiento de la demanda nacional y de una aportación algo más negativa de la demanda exterior, que se habría aproximado a los 2 puntos porcentuales, según las estimaciones difundidas hoy por el Banco de España.

En el cuarto trimestre, el Producto Interior Bruto (PIB) registró un avance interanual del 3,5%, igual que en el trimestre anterior, con un aumento de una décima en su tasa de variación intertrimestral, que se elevó al 0,9%.

El Banco de España destaca en su 'Informe trimestral de la economía española' que la contribución de la demanda nacional al aumento del PIB fue "muy elevada y estable" a lo largo de 2005 como resultado del comportamiento expansivo de todos sus componentes.

Además, indica que el consumo privado siguió creciendo a tasas superiores a la renta disponible en un entorno de condiciones financieras favorables, aunque mostró una ligera tendencia a la moderación. Aún así, destaca la "fortaleza" del consumo de los hogares y de la inversión residencial, rasgos que están relacionados con el aumento del endeudamiento de las familias.

Por el lado de la demanda externa, el Banco de España apunta que continuó la aportación negativa del sector exterior al crecimiento por la ampliación importante de las necesidades de financiación de la economía y por el mantenimiento de un diferencial de inflación elevado, tanto en términos de costes como de precios.

Además, resalta que la generación de empleo siguió siendo elevada y el número de puestos de trabajo creados aumentó por encima del 3% (frente al 2,6% de 2004), lo que se ha traducido en un "avance muy reducido" de la productividad del trabajo, según el Banco de España.

Respecto a la situación financiera de los hogares, el organismo supervisor afirma que permanecen los factores que han sustentado el gasto en consumo y la inversión residencial. Así, la renta disponible familiar siguió creciendo a tasas algo superiores al 3%, apoyada en el aumento del empleo; mientras que las condiciones financieras mantuvieron un "tono favorable", determinado por la "importante revalorización" de la riqueza y el bajo coste del crédito.

El Banco de España asegura que a lo largo de 2005, los incrementos del precio de la vivienda tendieron a moderarse, pero continuaron creciendo a tasas de dos dígitos. En su opinión, la confirmación de esta "moderada desaceleración" en los próximos meses podría facilitar una "absorción ordenada de la sobrevaloración existente".

DEUDA FAMILIAR EN EL 110% DE LA RENTA.

Pese a ello y a que las condiciones de financiación se "endurecieron" ligeramente a final de año, el instituto emisor indica que 2005 se cerró con un nuevo retroceso de la tasa de ahorro de las familias, una ampliación importante de sus necesidades de financiación y un incremento adicional del endeudamiento, que habría superado el 110% de la renta disponible y de la carga financiera.

En cuanto a la situación de las empresas, subraya que la inversión empresarial experimentó una recuperación importante el pasado año, aunque en el segundo semestre tendió a suavizar el fuerte crecimiento de los primeros trimestres. En este sentido, afirma que, si bien el avance de la inversión ha venido acompañado de una aceleración del crédito, los niveles de endeudamiento alcanzados no impiden esperar que este avance se mantenga si las condiciones de demanda lo sustentan.

Por el lado del sector exterior, el Banco de España añade que las exportaciones registraron crecimientos "muy reducidos" en los últimos trimestres de 2005, lo que ilustra el "deterioro de la capacidad competitiva" de las empresas españolas y la "caída de la cuota de mercado" de los productos españoles.

El organismo presidido por Jaime Caruana indica que también en el mercado interno se han percibido los efectos de esta "pérdida de competitividad", ya que las importaciones crecieron a tasas muy elevadas a lo largo de 2005. Como consecuencia de estas tendencias, la aportación de la demanda exterior neta al crecimiento intensificó su carácter negativo durante el pasado año, aunque mostró una "leve" corrección en los meses finales del año.

En cuanto a las ramas de producción, durante el 2005 la industria experimentó un crecimiento reducido, con un perfil de recuperación en el segundo semestre, mientras que la actividad constructora registró una expansión "aún más intensa" que en 2004, con tasas de crecimiento del valor añadido cercanas al 6%. Los servicios, por su parte, registraron una aceleración en el entorno del 4%.

Sobre la evolución del empleo, el Banco de España afirma que la fuerte generación de puestos de trabajo en la construcción ha intensificado las caídas de la productividad aparente del trabajo, mientras que en la industria y los servicios de mercado las ganancias de productividad fueron del orden del 1%.

Asimismo, indica que la composición sectorial del empleo y el importante peso de la contratación temporal ayudan a explicar la evolución de los costes laborales. Así, señala que, si bien los salarios crecieron un 3,6% en 2005, la remuneración por asalariado se incremento un 2,5%, por debajo del aumento de 2004. No obstante, advierte de que los costes laborales en España siguen siendo más amplios que en los principales países de su entorno.

"IMPULSO MÁS FIRME" EN REFORMA LABORAL.

"La persistencia de crecimientos comparativamente elevados de los costes y los precios en España amplía las pérdidas de competitividad y tiende a hacer potencialmente más gravosa una eventual corrección de los desequilibrios", señala el Banco de España, que recomienda políticas que permitan flexibilizar precios y salarios y favorezcan las mejoras de productividad.

En este sentido, afirma que el Plan Nacional de Reformas presentado por el Gobierno se orienta precisamente en esta dirección, aunque apunta que sería deseable que se viera acompañado por un "impulso más firme" en la reforma del mercado de trabajo y de la negociación colectiva.