Reclama una reforma laboral "más ambiciosa", que generalice el contrato de 33 días, y valora la rebaja del Impuesto sobre Sociedades
MADRID, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Instituto de Estudios Económicos (IEE) considera que la desaceleración de la demanda interna, derivada de la subida de tipos de interés y del aumento de la inflación, llevará a un menor crecimiento económico este año, hasta el 3,2%, una décima menos que la estimación oficial del Gobierno y dos menos que el crecimiento registrado en 2005.
El director de Análisis del IEE, Gregorio Izquierdo, indicó, durante la presentación del último informe de coyuntura del organismo, que el crecimiento de la economía se desacelerará "suavemente" a lo largo del ejercicio y el consumo privado perderá dinamismo progresivamente, ya que la renta disponible de las familias se reducirá como consecuencia del alza de tipos y el aumento de la inflación.
Aunque señaló que, en principio, el endurecimiento de las condiciones monetarias le vendrá bien a la economía española, con una demanda interna muy recalentada, apuntó que a medio y largo plazo esta subida de tipos de interés, que el IEE sitúa en el 3,25% al cierre de 2006, provocará un "cierto estrangulamiento", a lo que también contribuirá el alza del precio del crudo, situado en torno a los 70 dólares el barril.
Además, el director del IEE, Juan Iranzo, añadió que la "disparidad de regulación" entre las distintas comunidades autónomas y el uso de diferentes idiomas, que supone un aumento de costes empresariales, también afectará de forma negativa al crecimiento de la economía española.
Con todo, el IEE considera que el PIB sigue mostrando un crecimiento "vigoroso", pero desequilibrado, impulsado principalmente por la construcción y el consumo. La primera variable, según el organismo, no sólo no ha perdido fuelle en el primer trimestre, sino que incluso ha cobrado fuerza, mientras que el sector industrial comienza a restablecerse del estancamiento de los últimos años gracias al empujón de las exportaciones.
MÁS DÉFICIT E INFLACIÓN.
Pese a ello, las previsiones del IEE apuntan a que el déficit por cuenta corriente podría llegar al 8% del PIB este año, y pronostica una inflación interanual del 3,5% en diciembre de 2006. De hecho, Izquierdo sostuvo que el diferencial de inflación con la zona euro y el déficit por cuenta corriente son los principales riesgos de la economía española.
Ambos riesgos, agregó Izquierdo, están mermando competitividad a la economía, a lo que también está contribuyendo la "espiral precios-salarios" y el aumento de la remuneración por asalariado, que crecerá este año por encima de la cifra registrada en 2005. "Esta es una de las grandes amenazas de la economía española", reiteró.
Como recetas para combatir estos problemas, el IEE apuesta por una reforma "profunda" del mercado laboral, y califica de "poco ambiciosa" la firmada por el Gobierno y los agentes sociales. Aunque supone una "mejora en ciertos aspectos", para el organismo se "queda coja" al limitar simplemente el objetivo a la temporalidad y no afrontar de forma global la flexibilización del mercado de trabajo ni la reforma de la negociación colectiva.
Por ello, Izquierdo apostó por generalizar los contratos indefinidos con una indemnización máxima de 33 días, medida que sería "efectiva" para reducir la temporalidad y menos costosa para las arcas públicas que las bonificaciones acordadas.
REFORMA FISCAL PROFUNDA.
En materia fiscal, aseguró que es necesaria una reforma fiscal que profundice en la rebaja de tipos tanto en el IRPF como en el Impuesto sobre Sociedades. En este sentido, Izquierdo valoró de forma positiva la rebaja de cinco puntos de la fiscalidad empresarial, aunque indicó que se podría haber ido más lejos, dejando el tipo general en el 25%, frente el 30% que contempla la reforma.
En cambio, en el IRPF, indicó que se trata de una reforma de "menor calado y muy superficial", y lamentó que se haya endurecido la fiscalidad de las plusvalías a largo plazo (pasan de tributar del 15% al 18%) y de los planes de pensiones cuando la economía española necesita aumentar su tasa de ahorro.
Finalmente, el IEE reclamó una reforma "profunda" del sistema de pensiones, avanzado hacia el principio de proporcionalidad entre la prestación recibida y el esfuerzo de cotización realizado y elevando el número mínimo de años necesarios para tener derecho a una pensión de jubilación. En este sentido, apuesta por suprimir o limitar todo lo posible las jubilaciones anticipadas y las prejubilaciones e incentivar la permanencia en el mercado laboral más allá de los 65 años.
Para el presidente del IEE, Arturo Gil, elevar los años de cotización para recibir una pensión puede ser una medida "impopular", pero es "absolutamente necesaria" para garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones a medio y largo plazo.
