WASHINGTON, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Producto Interior Bruto (PIB) de Estados Unidos aumentó un 2,6% en el segundo trimestre del año, tres décimas por debajo de las previsiones iniciales, que situaban el dato en un 2,9%, anunció el Departamento de Comercio norteamericano.
Este dato confirma los temores de desaceleración económica estadounidense, pues se sitúa muy por debajo del fuerte crecimiento del 5,6% registrado en el primer trimestre, cuando el país se recuperó de los efectos del 'Katrina'.
La desaceleración del segundo trimestre se debe a un menor gasto de consumo de bienes duraderos, a una caída en la inversión de equipamiento y 'software' y, en tercer lugar, a un menor gasto público. La revisión a la baja frente al dato preliminar obedece a una revisión a la baja de la inversión y un incremento de las importaciones de servicios.
El Gobierno estadounidense también utiliza como indicador el PIB real --bienes y servicios producidos por los trabajadores y propiedades de residentes de EEUU--, cuyo crecimiento fue del 2,3%, frente al 6,1% del trimestre anterior.
Además, la inflación subyacente, que excluye energía y alimentos, se situó en el 2,9%, frente al 3% del trimestre anterior. Por otro lado, el Departamento de Trabajo estadounidense informó hoy de que las peticiones iniciales de desempleo se redujeron durante la pasada semana en 6.000 solicitudes, hasta 316.000.
RALENTIZACIÓN ECONÓMICA
El dato trimestral del PIB confirma la tendencia a la ralentización de la economía estadounidense, una desaceleración que se ha ido reflejando en los recientes datos macroeconómicos.
El instituto Conference Board publicó la pasada semana su índice sobre la confianza en la evolución económica de EEUU, que registró una caída del 0,2%. En los últimos cinco meses, este indicador ha mostrado descensos en cuatro ocasiones, dando muestra de la ralentización de la economía estadounidense.
Esta ralentización de la economía se refleja también en la decisión de la Reserva Federal Estadounidense (Fed) en su pasada reunión. El equipo de Ben Bernanke decidió mantener los tipos en el 5,25% y resaltó que prosigue "la moderación" en el crecimiento económico, reflejando en parte "un enfriamiento en el mercado de la vivienda".
La ralentización se produjo en un trimestre marcado por el fuerte encarecimiento del crudo. En la actualidad, la tensión en los mercados se ha aliviado y el barril de petróleo se encuentra cerca de su nivel más bajo en seis meses.
En concreto, el barril de Texas 'sweet light' se cambiaba a 62,97 dólares en el Nymex de Nueva York, apenas un centavo más que en la sesión de ayer. El barril de Brent de Mar del Norte costaba 62,52 dólares en el International Petroleum Exchange (IPE) de Londres.
Por otro lado, el dólar se debilitaba hoy con respecto al euro, pero se fortalecía en su relación con otras divisas. Un euro costaba hoy 1,2710 dólares, frente a los 1,2704 dólares de ayer. Frente a esto, 117,67 yenes se cambiaban por un dólar, frente a los 117,45 yenes de ayer.
EFECTOS EN EL MERCADO DE LA VIVIENDA
El dinamismo del mercado de la vivienda en el país da signos de agotamiento y puede convertirse en un elemento de incertidumbre en los próximos meses. El Departamento de Comercio estadounidense dio a conocer ayer un dato ambiguo sobre esta tendencia.
Por un lado, anunció que la venta de viviendas nuevas había aumentado en agosto el 4,1% hasta llegar a 1,05 millones de unidades, lo que supone el mayor incremento en los cinco últimos meses. Por otro lado, esta mejora tiene una doble lectura, ya que el resultado de agosto es un 17,4% inferior a los 1,27 millones de unidades vendidas en el mismo mes de 2005, lo que da cuenta de la creciente debilidad del mercado de la vivienda en el país.
El precio medio de venta de nuevas viviendas se situó en 304.000 dólares (241.000 euros), mientras que el precio correspondiente a la mediana --punto en el que en número de unidades más baratas y más caras es idéntico-- se situó en 237.000 dólares (188.000 euros). En la actualidad, existen 568.000 viviendas a la venta.