MOSCÚ, 31 Ene. (EUROPA PRESS)
El presidente ruso, Vladimir Putin negó que Rusia tenga la intención de monopolizar el sector del petróleo y el gas, representado por sus dos compañía estratégicamente más importantes, Gazprom (gas) y Rosneft (petróleo), aunque puntualizó que apoyará la creación de compañías estatales fuertes, puesto que "no contradice" la independencia empresarial del Estado "porque son adquisiciones hechas con la observación de las reglas del mercado", comentó Putin.
"El control estatal lo ejercemos conscientemente. Esas compañías quedan bajo el control del Estado pero siguen trabajando en condiciones de mercado", apuntó.
Los inversores se han mostrado reticentes últimamente tras los últimos movimientos del Estado ruso para adquirir mayor influencia el sector petrolífero y del gas. En diciembre la compañía estatal Rosfnet adquirió la división con mayor producción de la petrolera Yukos, tras haber salido a subasta pública. Asimismo, Gazprom, de cuyas acciones el Estado posee el 51 por ciento, compró la compañía petrolera privada Sibneft, con lo que la Administración estatal ha conseguido controlar el 30 por ciento de la producción de petróleo.
Asimismo, el mandatario desmintió hoy durante la celebración de su rueda de prensa anual la posibilidad de tomar las riendas de la mayor compañía productora de gas del mundo, Gazprom, cuando termine su segundo mandato como presidente en el año 2008, según recoge la agencia de noticias Ria Novosti.
"Gracias por la oferta de trabajo", señaló Putin al ser preguntado sobre su posible cargo como presidente de Gazprom. "Difícilmente podría encabezar alguna estructura de negocio. No me siento un hombre de negocios, ni por mi carácter ni por mi experiencia", agregó.
Asimismo, el presidente aseguró que la decisión de Rusia de vender a sus vecinos los carburantes a precio de mercado internacional "no ha sido espontánea ni voluntariosa porque desde hace tiempo se estudiaba introducir precios mundiales para el gas que se vendía a otros. En el caso de Ucrania, por ejemplo, Moscú lo había estado comentando durante años", subrayó.
En cuanto a la situación económica rusa, el presidente ensalzó que el mercado de valores creció el pasado año un 78 por ciento, lo que supone "un récord absoluto a escala nacional y mundial'".
Entre otros éxitos económicos de Rusia, Putin mencionó un incremento "sin precedentes" de las reservas del Banco Central en oro y divisas, de 12.000 millones de dólares en el año 2000 a 185.000 millones en la actualidad. Los ingresos de la población rusa, según el mandatario también experimentaron una subida de un 13 por ciento, en el caso de las pensiones y un 9,8 por ciento los salarios.
"CLUB NUCLEAR"
En el ámbito de la política exterior Putin, propuso hoy la creación de un "club nuclear" de países que, como Rusia, se encarguen de enriquecer uranio para otros Estados con fines energéticos. "Debería haber otros centros como éste. Rusia es un socio conveniente para resolver este tipo de problemas, dado su alto nivel de desarrollo del sector de la energía nuclear, su personal altamente cualificado y la experiencia y amplitud de su infraestructura nuclear", declaró el presidente en rueda de prensa celebrada en el Kremlin.
Rusia ya se ha ofrecido a Irán como centro de enriquecimiento de uranio para uso energético, como forma de superar la crisis internacional generada por la decisión iraní de reanudar sus investigaciones atómicas.
Putin anunció que Moscú está dispuesta a cooperar en este mismo sentido con otros países y aseguró que Uzbekistán y Kazajstán están interesadas en participar en el proyecto. "Por supuesto, es necesario un enfoque moderno y seguro. Por ejemplo, los llamados reactores rápidos no conllevan prácticamente ningún riesgo", declaró.
El presidente no se olvidó de la situación en Oriente Próximo, que se enfrenta a uno de sus momentos más delicados tras la victoria electoral del grupo integrista islámico Hamás en las pasadas elecciones parlamentarias. "Hamás deber abandonar las declaraciones extremistas , reconocer el derecho de Israel a existir y poner sus relaciones con la comunidad internacional en orden", valoró.
Sin embargo, Putin especificó que "Rusia nunca ha declarado a Hamás una organización terrorista, lo que no significa que apoyemos y aceptemos todo lo que ha hecho y sus declaraciones".
Asimismo el dirigente restó importancia a los llamamientos de algunas ONG y políticos para expulsar a Rusia del Grupo de los Ocho (G8), y calificó estas declaraciones como producto de la mentalidad de la Guerra Fría.
"Nadie está contra Rusia en el G8, los líderes apoyan nuestro papel", aseguró. "¿Puede alguien imaginarse la resolución de problemas de energía nuclear sin la participación de Rusia, potencia nuclear clave?", preguntó e líder. "Dejémosles que digan lo que quieran. Son ladridos de pero, pero la caravana continúa", zanjó.
LIBERTAD DE PRENSA GARANTIZADA
Volviendo a los asuntos internos, Putin quiso recalcar, ante las críticas recibidas últimamente de occidente, que consideró "útiles", que no establecerá censuras o limitaciones a la prensa. "Los periodistas deberían determinar ellos mismos los marcos de lo permisible y lo inadmisible", dijo.
"Es muy grande la responsabilidad que asumen los periodistas, porque los ciudadanos de Rusia por tradición depositan mucha confianza en lo que dicen los medios de comunicación de masas. Espero que los periodistas sean conscientes de ello", dijo el presidente.
Respecto a la polémica ley sobre el control de las ONG en el país, el presidente recalcó la importancia de este tipo de organismos pero advirtió que no deben ser usados como instrumentos para la política exterior de otros estados. "Somos transparentes financiándolas por lo que ellas deben ser independientes y no marionetas gobernadas desde fuera", recalcó.
Además con respecto al escandalo de la pasada semana sobre la posibilidad de espías británicos recopilando información en la Federación, Putin quiso tranquilizar a Reino Unido y aseguró que su país "no expulsará a los diplomáticos" de este país, y manifestó su esperanza de que el incidente no manche las relaciones entre ambas naciones.
El mandatario no quiso olvidarse en su discurso de la conflictiva Chechenia, de la que aseguró que ha vuelto al sistema constitucional tras más de una década de conflicto. Putin reconoció que quedan asuntos pendientes, especialmente económicas y sociales pero "el problema de las instituciones de gobierno está completado", afirmó.
En el ámbito militar, el presidente quiso alardear de la capacidad armamentística rusa y afirmó que su país posee nuevos misiles "que nadie en el mundo tiene (...), capaces de cambiar su itinerario de vuelo y de portar cabezas nucleares".
En este sentido, afirmó haber mostrado dicho sistema armamentístico al presidente francés, Jacques Chirac, durante su visita a Rusia en abril de 2004. "Él sabe de qué estamos hablando", afirmó.
