RIO DE JANEIRO, 11 Sep. (EUROPA PRESS)
Delegados de los países industrializados y las naciones pobres coincidieron tras dos días de debates en que hay que anudar las negociaciones de la Organización Mundial de Comercio (OMC), pero que eso sólo será posible hasta después de las elecciones legislativas de los Estados Unidos.
Los negociadores dijeron además que la reunión de Río sirvió para ratificar la voluntad política de las partes en reactivar las negociaciones, y mostrar un deseo de flexibilizar sus posturas.
Sin embargo, ninguno se aventuró a lanzar un cronograma de encuentros para presentar nuevas ofertas.
"Lo que pasó en julio (en la reunión de OMC) fue un accidente grave, pero lo superamos", afirmó Pascal Lamy, director de la OMC, al expresar su optimismo por el encuentro de Río. "Mi diagnóstico es que aun debemos trabajar antes de reanudar las negociaciones...un mes o dos de preparación", agregó.
El Comisario de Comercio de la Unión Europea (UE), Peter Maldenson, dejó claro que las elecciones legislativas estadounidenses de noviembre son un elemento a considerar: "los agricultores tiene votos y tienen chequeras".
Sin embargo, la principal representante comercial de Estados Unidos, Susan Schwab, señaló que independientemente de los resultados de las elecciones legislativas "no cambiará la posición" del gobierno de George W. Bush sobre las negociaciones de la OMC.
Para los expertos, es poco probable que dentro de las campañas los congresistas de Estados Unidos toquen temas tan sensibles como reducir y eliminar subsidios agrícolas.
Washington tiene internamente un techo para otorgar subsidios de 48.000 millones de dólares anuales, su oferta es cortarlos a 22.500 millones de dólares. Pero la UE y el G-20 destacan que sólo en 2005, Estados Unidos entregó ayudas por 20.000 millones de dólares, o sea que el corte real sería mínimo.
El canciller de Brasil, Celso Amorím, afirmó que "todos oímos un deseo de ser flexibles, claro cada uno condiciona su flexibilidad a la de los otros".
Cuando Amorím habla que cada uno tiene que flexibilizar por su lado, es que mientras Estados Unidos debe aumentar su oferta sobre cuánto cortar los subsidios agrícolas, la UE defiende la postura de que debe ampliar la suya en cuanto a la apertura de sus mercados para los productos agrícolas del mundo en desarrollo.
Los países pobres también tienen entonces que aceptar abrir sus mercados para el sector de servicios --como banca y telecomunicaciones-- para el mundo industrializado.
Los ministros hablaron en una conferencia de prensa conjunta en un lujoso hotel de Río de Janeiro donde el llamado Grupo de los 20 (G-20), países en desarrollo que luchan en la OMC por el fin de los subsidios agrícolas, se reunió por separado con Maldenson, Schwab y el ministro de Agricultura de Japón, Shoichi Nakagawa.
Tal como estaba previsto del encuentro en Río no salió un acuerdo concreto para reanudar las negociaciones de OMC, suspendidas el 23 de julio en Ginebra al no surgir un arreglo sobre como reducir los subsidios que entregan los países ricos a sus productores.
La cumbre de Río, que concluyó el domingo, fue promovida por Brasil como coordinador del G-20 para reflexionar como relanzar las negociaciones mundiales que permitan superar el fracaso de julio pasado de las reuniones de la OMC (con 149 países miembros).
Con la reciente adhesión de Perú y Ecuador, el G-20 --surgido a raíz de una reunión ministerial de la OMC en septiembre del 2003 -- está integrado por 23 miembros: Africa del Sur, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, China, Cuba, Egipto, Filipinas, Guatemala, India, Indonesia, México, Nigeria, Paquistán, Paraguay, Tailandia, Tanzania, Uruguay, Venezuela y Zimbabwe.