MADRID, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
La agencia de rating Standard & Poor's ha decidido mantener la calificación crediticia de Endesa, Gas Natural e Iberdrola bajo vigilancia con perspectiva negativa, a la espera del desenlace en el proceso que sigue la Oferta Pública de Adquisición (OPA) por 22.550 millones lanzada por Gas Natural sobre el 100% de Endesa.
La agencia, que aplicó la vigilancia negativa por primera vez el pasado 6 de septiembre, concede una nota de 'A' (buena calidad) a la capacidad crediticia de Endesa a largo plazo, y de 'A-1' (solvencia extrema) a corto plazo. Gas Natural e Iberdrola reciben una calificación de 'A+' (buena calidad, por encima de 'A') a largo plazo y de 'A-1' a corto plazo.
En el caso de Endesa, la vigilancia negativa se debe al "riesgo, aunque limitado", de que el perfil del grupo resultante adquiera una calificación de 'A-' (buena calidad, por debajo de 'A') a largo plazo.
Para Gas Natural, la perspectiva de un debilitamiento del perfil financiero del grupo como resultado de los 7.800 millones en efectivo comprometidos en la operación justifica la decisión de Standard & Poor's. Junto a esto, la agencia de rating también identifica los cerca de 20.000 millones de deuda neta de Endesa, que podrían quedar parcialmente mitigados con el intercambio de activos acordado con Iberdrola.
Por último, el motivo por el que Iberdrola se mantendrá bajo vigilancia negativa es "el impacto financiero negativo de la deuda total o parcial generada por el acuerdo de adquisición de activos", que puede incidir en un aumento de la deuda de hasta 12.300 millones.
"Probablemente rebajaríamos el rating a largo plazo de Iberdrola en al menos una nota si la adquisición siguiera adelante", pese a que "el deterioro financiero podría mitigarse si la adquisición no se realiza con deuda o su el tamaño de la transacción es menor", señala la agencia.
De los últimos avatares de la OPA, Standard & Poor's recuerda que el Gobierno cuenta con un mes para adoptar una decisión final sobre la oferta, después de que el Tribunal de Defensa de Competencia y la Comision Nacional de la Energía se pronunciaran de forma opuesta sobre su conveniencia.
La vigilancia negativa se mantendrá al menos hasta la finalización del proceso de aprobación, que concluirá entre febrero y abril. A partir de este momento, la OPA dependerá del visto bueno de los accionistas y del Gobierno, concluye Standard & Poor's.
