Responsabiliza al Gobierno central de la situación eléctrica en Catalunya
BARCELONA, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Cámara de Comercio de Barcelona cifró hoy las pérdidas que supuso el apagón de Barcelona la semana pasada para los comercios en unos 60 millones de euros y apuntó a que "unas 30.000 pequeñas y micro empresas se vieron seriamente perjudicadas por el corte", según explicó el presidente de la entidad, Miquel Valls.
Esta primera valoración incluye a los comercios, los establecimientos de restauración, hoteles y demás empresas de servicios a quien Valls aseguró que la Cámara dará "todo su apoyo" para que los empresarios puedan hacer llegar sus reclamaciones.
En este sentido, Valls incidió en que las reuniones con la Administración y asociaciones de comerciantes y peritos persiguen establecer un procedimiento "para agilizar al máximo los procesos de reclamación en aquellas empresas que no tenían seguro".
Mediante este sistema, la Cámara quiere "evitar la judicialización" de los procesos, que podría provocar el "cansancio" de los afectados, y aboga por establecer unos procesos "ágiles y que permitan objetivar los daños".
El primer cálculo de las pérdidas se llevó a cabo tras recopilar la facturación media diaria de los establecimientos y haciendo una ponderación que tuviera en cuenta el tiempo en que éstos permanecieron sin suministro eléctrico.
LAS PREVISIONES INVERSORAS NO MEJORARÁN LA SITUACIÓN.
Por otro lado, Valls señaló que el apagón de Barcelona esconde dos problemas de fondo como "el déficit de inversiones y la falta de eficacia en la gestión" y apuntó al gobierno central como "principal responsable" de la situación actual puesto que le corresponde gestionar todos los temas de política energética.
Asimismo, el presidente de la Cámara no fue optimista en cuanto a la futura mejora de la realidad energética en Catalunya, ya que recordó que las previsiones de inversión del Ministerio de Industria para el desarrollo de la red preveían destinar un 14,8% (566,9 millones) del total de inversión estatal entre 2005 y 2011 pero este porcentaje se reduce al 2,4% entre los años 2008 y 2011.
Estos datos son previsiones publicadas por la Secretaría General de Energía del Ministerio y, según Valls, "son claramente inferiores al peso que representa Catalunya en el consumo del sector eléctrico estatal", que se sitúa en el 19%.
De este modo, el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona respondió a las palabras del ministro de Industria, Joan Clos, que ayer auguraba una "rectificación" de la situación que, según Valls, "no se corresponde con las previsiones de Red Eléctrica".
Valls también repartió responsabilidades al gobierno de la Generalitat, puesto que recordó que una resolución del 10 de octubre de 2002 del Parlament instaba al Govern a soterrar las líneas eléctricas de zonas densamente pobladas y que incluían las que se vieron afectadas por el incidente en las subestaciones barcelonesas.
"Corresponde al Govern explicar por qué no estaban aún soterradas y asumir responsabilidades sobre la supervisión de la red de distribución", aseguró Valls, y también sostuvo que Fecsa Endesa (propietaria del cable de baja tensión que se desprendió) deberá "rendir cuentas" y, en caso de que se demuestre "negligencia", deberá ser sancionada.
No obstante, el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona señaló que el esfuerzo inversor de Fecsa Endesa está "en línea" con el peso que representa el mercado catalán en cuanto a clientes y apuntó a que el problema es que la inversión en distribución de la compañía en el conjunto del estado "ha sido históricamente insuficiente".
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