La CE creará la figura de un coordinador para el trazado de la línea de alta tensión entre España y Francia
BRUSELAS, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea presentará hoy una amplia batería de propuestas para sentar las bases de la futura política energética europea que garantice la competitividad, la seguridad del suministro y permita luchar contra el cambio climático. La estrategia energética a medio y largo plazo diseñada por el Ejecutivo comunitario será luego debatida por los Jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete en el Consejo Europeo del próximo 9 de marzo.
El intento de Bruselas por alumbrar una política común de la energía tienen su origen en el alto grado de dependencia externa que tiene Europa en materia energética. Los esfuerzos se redoblaron cuando en enero de 2006 las disputas entre Rusia y Ucrania por el precio del gas dejaron durante unos días sin suministro a parte de la Europa central y oriental.
El temor se desató de nuevo cuando el pasado 31 de diciembre de 2006 las desavenencias entre Moscú y Minsk, también por el precio del gas natural que transita por Bielorrusia, amenazó el aprovisionamiento de gas en la UE sin que finalmente se registraran recortes en el mismo. No obstante, la república ex soviética ha cortado el suministro de petróleo hacia Europa afectando con esta decisión a Alemania, Polonia, Hungría, República checa y Eslovaquia.
Este alto grado de dependencia, unida al alza del precio del crudo y a la proliferación de las fusiones empresariales en el sector energético son las principales razones que han llevado a la Comisión Europea a elaborar un marco normativo que permita afrontar los retos de la Unión Europea en el sector.
Entre los documentos que se darán a conocer hoy figuran dos sobre mercado interior elaborados por la comisaria de competencia, Neelie Kroes, resultado de una encuesta sectorial. Las propuestas de Kroes girarán en torno a la separación entre las actividades de generación y las de transporte de los grandes grupos en el sector energético para garantizar la competencia y crear un auténtico mercado interior de la energía en la UE.
La segregación de los grandes grupos europeos del gas y la electricidad es uno de los puntos más polémicos del paquete de iniciativas sobre energía de la Comisión porque existe un consenso en que es necesario hacerlo pero no en el sistema más adecuado.
Según fuentes comunitarias se barajarían dos opciones. La primera consistiría en obligar a las empresas a vender la red de distribución y la segunda sería crear un operador que gestione la red, independientemente de quien sea el propietario, a quien pagaría un canon por el uso de la misma.
La Comisión Europea volverá a plantear la idea de contar con un regulador europeo que se encargue del tráfico transfronterizo, que, en ningún caso, sustituiría a los reguladores nacionales.
También estará en la mesa del colegio de comisarios otros elementos del mercado interior que no funcionan, como la seguridad de la red eléctrica frente a posibles apagones, lo que podría conllevar la creación de otro organismo para acordar las normas técnicas de seguridad.
Se planteará, asimismo, una mayor transparencia en el mercado y la defensa del consumidor de la energía que proteja sus derechos frente a los virtuales problemas de la liberalización del sector.
RENOVABLES Y NUCLEAR
Habrá un capítulo dedicado a las fuentes de energía que la Comisión articula en tres documentos: una 'Hoja de ruta' de las energías renovables para el periodo 2010-2020, otro sobre combustibles fósiles limpios y un tercero sobre energía nuclear.
Por lo que respecta a la fijación de objetivos para 2020 en materia de energías renovables --el de 2010 es que el 12% del total de la energía que se consuma en esa fecha proceda de fuentes renovables-- se barajan varias posibilidades que van desde situar un objetivo global y dejar en manos de los Estados decidir cómo los alcanzan, hasta plantear objetivos nacionales no vinculantes y que los países presenten sus planes de acción nacionales.
En cuanto a la energía nuclear, la Comisión presentará el llamado 'Programa Ilustrativo Nuclear' (PINC) en el que recogerá los datos básicos del uso de este tipo de energía en el conjunto de la Unión Europea, las centrales que existen y los proyectos que hay para construir o desmantelar instalaciones.
No hará ninguna recomendación específica, aunque sí podría proponer alguna iniciativa sobre seguridad y tratamiento de residuos y recomendar a quienes prevean cerrar una central nuclear reemplazarla con energías que no generen CO2.
La nuclear representa el 30% de la electricidad que consume la UE, el 14% de la energía total y tiene un impacto positivo en la reducción del CO2, motivo por el cual la Comisión cree que no se puede hacer una política energética "creíble" sin tenerla en cuenta, aunque dejará claro que es una competencia de los Estados miembros.
CAMBIO CLIMATICO
Por otro lado, el documento de la CE planteará objetivos para el año 2030 en niveles de reducción de CO2 y de gases causantes del efecto invernadero, dado que el consumo de energía supone el 93% de las emisiones a la atmósfera y la política energética es una de las herramientas para luchar contra el cambio climático.
Las discusiones en el colegio de comisarios oscilan entre la propuesta máxima de reducir el 30% sobre los niveles de emisión de 1990 y otra para que sel objetivo sea de entre 10 y 15%. El comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas, defiende la primera y la prensa europea cita al responsable de Empresa e Industria, Günter Verheugen, como defensor de la segunda. La propuesta final podría estar en un 20%, según diferentes medios.
Los Estados miembros ya se mostraron dispuestos a cumplir este objetivo en el Consejo Europeo de marzo de 2006, cuando los jefes de Estado y de Gobierno propusieron un recorte de entre un 15 y un 30% en 2020. El porcentaje de reducción toma como base los niveles de emisión de 1990 y se refiere únicamente al compromiso "unilateral" al que estarán obligados los países de la UE una vez que la Comisión Europea apruebe su propuesta.
INTERCONEXIONES
El llamado 'paquete energético' incluye el plan de interconexiones prioritarias que abordará todos los problemas de infraestructuras de aprovisionamiento de energía hacia la UE con medidas concretas, entre las cuales se incluirá crear la figura del coordinador para proyectos de infraestructuras como el hispano-francés.
Bruselas concede un carácter "prioritario" a la interconexión eléctrica entre España y Francia para evitar que la península Ibérica se quede fuera del mercado europeo de la energía y favorecer también el llamado 'bucle' eléctrico con Africa. Aunque la Unión Europea puede "ayudar" a llevar a cabo el proyecto, la "responsabilidad última" es de los Estados miembros afectados, según fuentes comunitarias.
El pasado mes de noviembre de 2006, en el marco de la cumbre hispano-gala de Girona, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente francés, Jacques Chirac, encargaron a Bruselas nombrar un coordinador que proponga un trazado para la línea de alta tensión (MAT) entre los dos países, a la vista de que los expertos de ambos lados de los Pirineos han sido incapaces de ponerse de acuerdo. La línea está proyectada desde 1982 pero su desarrollo se ha visto marcado por sucesivos fracasos.
Según las nuevas orientaciones sobre redes transeuropeas de energía aprobadas en septiembre de 2006, la Unión Europea puede declarar "de interés europeo" un determinado proyecto de interconexión abriendo así la puerta a un mejor acceso a los créditos del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
