El plan de se enfrentará a unos Gobiernos muy divididos, entre el apoyo de Reino Unido o España y la oposición de Alemania y Francia
BRUSELAS, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea ultima su propuesta legislativa para desmembrar los negocios de la producción y transporte de energía en el mercado europeo que espera presentar el día 19 y para lo que todavía queda por establecer cómo se hará esta separación, teniendo en cuenta la división que existe entre los Estados miembros, que de momento con un balance de nueve contra nueve, han informado por carta a Bruselas de su apoyo o rechazo a estos planes.
El desmembramiento efectivo de las actividades de generación o extracción de energía del transporte y suministro de la misma es la cuestión más "conflictiva" del paquete global del que formará parte y que, según el portavoz de Energía del Ejecutivo comunitario, Ferrán Tarradellas, busca la "libertad de elección de los consumidores de sus proveedores de energía".
Según definió, el desmantelamiento que persigue la Comisión consiste en que la actividad dentro del merado de energía dedicada a la transmisión de electricidad o gestora de los tubos para transportar el gas pertenezca a una empresa distinta de la entidad que genera electricidad o extrae el gas.
El portavoz afirmó que Bruselas considera que está es "una buena opción" también para resolver el "problema" del acceso de partes terceras al mercado energético, debido a que si se consigue la separación total entre las actividades de producción y suministro, los propietarios de las redes para la distribución "permitirá o incluso animará" a otros competidores a usar su red "de manera transparente y segura".
Así pues, la Comisión propondrá la separación pero fuentes comunitarias señalaron que queda por saber "el modo" en que podrá hacerse. A día de hoy existe una "separación legal" de estas actividades y se barajan dos opciones para lograr la separación "efectiva".
La primera sería la disgregación por medio del accionariado de una empresa que concentre ambas actividades o que venda la parte empresarial dedicada a la distribución. La segunda, añadieron las fuentes, consistiría en que los activos de la red permanecieran dentro de la compañía productora, pero su gestión recaería en otra entidad jurídicamente diferente.
DIVISIÓN EN LA UE
En cualquier caso, Tarradellas afirmó que la Comisión es "optimista" en relación a la acogida que tendrá su propuesta final entre los Gobiernos europeos, aunque advirtió que "no vamos a presentar algo que no vayan a aceptar los Estados miembros".
El calendario que se ha marcado Bruselas consiste en que los Veintisiete celebren un primer debate sobre la propuesta en el Consejo de Energía de octubre y que adopten una decisión bajo la Presidencia eslovena de la UE, prevista para el segundo semestre de 2008. El acuerdo definitivo también tendrá que contar con la luz verde de la Eurocámara, que "globalmente" se ha mostrado de acuerda, subrayó Tarradellas.
Por lo que respecta a los Estados miembros, de momento parecen estar muy divididos, de acuerdo a las cartas de adhesión y rechazo al plan de desmembramiento que han enviado a la Comisión y que muestran, de manera explícita, nueve apoyos frente a nueve que se oponen.
En concreto, España, Reino Unido, Dinamarca o los países Bálticos forman parte del primer grupo, mientras que Alemania, Francia y Austria capitanean el segundo.
Las fuentes señalaron que "el principal problema" se da en países como Francia y Alemania, donde hay "compañías verticalmente integradas", como las germanas E.on y Ruhrgas y las galas Gaz de France y Électricité de France. En frente, citaron el caso de España, donde ya se ha hecho la separación patrimonial.
"REGULADOR EUROPEO"
Además de esta cuestión, el paquete de medidas que espera poder presentar la Comisión el próximo 19 de septiembre, incluye una propuesta para "incrementar los poderes de los reguladores nacionales", de manera que también sean "independientes" y se eliminen las diferencias que existen entre los distintos Estados miembros.
Que tengan "el mismo poder y el mismo nivel de independencia, que redunde en la confianza de los consumidores", dijo Tarradellas.
También se cuenta con crear una nueva autoridad comunitaria, lo que se ha llamado el "regulador europeo" para la gestión del comercio y las interconexiones transfronterizas, que hasta ahora gestionan las autoridades de los países implicados.
