MADRID, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Mercado Ibérico de la Electricidad (Mibel) que arrancó el pasado 1 de julio ha cerrado sus primeros días de funcionamiento con "éxito", según asegura el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
Desde el inicio de este mes las empresas eléctricas portuguesas han pasado a negociar la energía eléctrica junto a las españolas en el mercado organizado de Madrid gestionado por Omel (Operador del Mercado Ibérico de Energía).
Industria considera que con la puesta en marcha del Mibel se da un "paso fundamental" en el proceso de construcción del mercado interior de la energía en la UE.
De hecho, el Departamento que dirige Joan Clos subraya que el Mibel constituye "una de las primeras iniciativas europeas en lo referente interconexiones y permite dotar al sistema eléctrico español de más seguridad ante posibles contingencias en la red".
El Mibel tiene su origen en 2001, si bien dio sus primeros resultados tangibles en julio de 2006 con la puesta en marcha del mercado a plazo (Omip) en Lisboa. Desde esa fecha, las empresas eléctricas españolas acuden junto a las portuguesas a dicho mercado organizado para cubrir los riesgos de compra-venta de la electricidad inherentes a un mercado en el que cambian continuamente los precios de las materias primas en función de las cotizaciones internacionales del petróleo.
Un año después, el pasado 1 de julio se puso en funcionamiento el segundo eje del proyecto, que pasa por la participación directa de las empresas portuguesas (tanto generadoras como comercializadoras) en el mercado organizado que tiene su sede en España.
Este segundo paso fue posible gracias al acuerdo alcanzado por el ministro español de Industria, Joan Clos, y el portugués de Economía e Innovación, Manuel Pinho, el pasado mes de marzo.
El acuerdo fijó el mecanismo de mercado para la gestión de las interconexiones, la próxima integración de Omel y Omip en el futuro Operador del Mercado Ibérico, un compromiso global de armonización regulatoria a desarrollar en los próximos meses y la construcción de nuevas interconexiones de forma que en 2010 desaparezcan las congestiones transfronterizas.
