Egmasa participa en un proyecto para la obtención de bioetanol a partir de residuos de cítricos

Actualizado: domingo, 26 agosto 2007 18:39


SEVILLA, 26 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Empresa de Gestión Medioambiental, Egmasa, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente, ha puesto en marcha un proyecto de investigación científica para valorizar los residuos procedentes del procesado de frutos cítricos para la obtención de biocombustible.

En un comunicado, Medio Ambiente informó de que en este proyecto, que cuenta con una inversión por parte de la Junta de Andalucía de 350.000 euros, participa también la empresa andaluza Agriquem y pretende reducir el volumen de residuos de cítricos y obtener bioetanol como fuente de energía alternativa.

En la actualidad, esta iniciativa se está desarrollando a nivel nacional a través del denominado proyecto Atenea, en el que participan empresas de ámbito nacional y al que se incorporarán en breve Egmasa y Agriquem.

En las provincias de Sevilla, Córdoba y Huelva se producen anualmente alrededor de un millón de toneladas de frutos cítricos. Los porcentajes de destrío (restos de fruta) de las empresas dedicadas a la obtención de zumos y otros productos derivados se encuentran en torno al diez y 15 por ciento, con lo cual el volumen de residuos que se genera es muy elevado.

En este sentido, la consejería que dirige Fuensanta Coves explicó que las posibilidades de reutilización o eliminación de este tipo de residuos son "muy limitadas, lo que supone un grave problema para las empresas del sector agroalimentario".

La obtención de bioetanol a partir de los residuos de frutos cítricos consta de varias etapas. Una vez acondicionada física y químicamente la materia prima se aplica un tratamiento biológico mediante la acción de determinados microorganismos y la acción de enzimas específicas.

En la tercera fase, se aplica la etapa de fermentación en la cual se obtiene el etanol y, por último, se procede a la separación y concentración del alcohol etílico. Además, dicho alcohol así obtenido puede ser usado como biocombustible en vehículos sometidos a pequeñas adaptaciones.