MADRID, 30 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, lamenta la falta de liberalización de los precios de la electricidad y considera que la tarifa ejerce una "competencia desleal" sobre el mercado, al tiempo que adelanta que el marco regulatorio que resuelva los problemas actuales conducirá, "probablemente", a un encarecimiento de la luz.
El presidente de Iberdrola asegura que "en España todavía no existe un mercado en el que la liberalización sea una realidad debido a la competencia desleal de la tarifa".
En la línea de la posición de buena parte del sector y del propio Ministerio de Industria, el máximo directivo de la eléctrica pide además que los esfuerzos vayan destinados a lograr un marco regulatorio en el que los precios de la energía reflejen los costes reales de las materias primas.
Esta posición, que evitará "señales equívocas al mercado", debe ir acompañada, desde su punto de vista, de garantías de calidad en el suministro. Las distintas actividades deben retribuirse de forma "adecuada", especialmente las de distribución eléctrica, "muy penalizadas en España", señala en una entrevista a la revista 'Valores', de KPMG.
"El marco regulatorio tiene que abordar con decisión esta realidad, lo que llevará, probablemente, a un aumento de los precios de la electricidad", añade el directivo.
"ASIMETRÍAS REGULATORIAS"
Por otro lado, Sánchez Galán, cuya compañía adquirió a finales de 2006 por 17.100 millones el grupo británico Scottish Power, denuncia las "importantes asimetrías regulatorias" entre los distintos países de la Unión Europea, sobre todo en lo relativo al sistema retributivo y al grado de liberalización.
"Muchos de los Estado no ha asumido aún el modelo de apertura y liberalización que las directivas plantean como objetivo", asegura el directivo antes de advertir de que las asimetrías tienen un "claro reflejo" en la situación empresarial europea.
Mientras algunas compañías tienen capacidad para crecer a través de adquisiciones de empresas de otros países europeos, otras carecen de "protección accionarial pública" y de "ventajas regulatorias y retributivas".
El Plan Estratégico 2008-2010 contempla unas inversiones de 24.000 millones, de los que 17.800 millones irán destinadas al crecimiento orgánico. El 80% del esfuerzo inversor irá dirigido a actividades en el extranjero, especialmente en Reino Unido, Estados Unidos e Iberoamérica.
