La entidad muestra voluntad de acercar posturas en la segunda reunión para modificar las condiciones laborales de la plantilla
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las negociaciones abiertas entre Abanca y la representación de los trabajadores continuarán este jueves en Santiago tras una primera reunión en la que la dirección trasladó sus dos principales pretensiones: un cambio en la jornada laboral de la plantilla que se traduzca en más oficinas abiertas en horario de tarde y otra modificación en las retribuciones que equipare el salario al del resto del sector.
A la salida del primer encuentro, tras casi tres horas en la sede del banco en Cervantes, el portavoz de UGT, José Ramón de Pliego, indicó que, de acuerdo con lo planteado, en un futuro no habrá "garantías" acerca de las 21 pagas que ahora mismo perciben.
Ya este miércoles, la central nacionalista CIG subraya que "no es cierto que se cobren 21 pagas", sino que hay 14 pagas al año, aspecto que ratifican fuentes de la entidad financiera consultadas por Europa Press.
En concreto, y en base al convenio al que se acogía hasta el momento Abanca, estas fuentes explican que "ahora mismo" un trabajador de la plantilla proviniente de la antigua NCG --resultado de la fusión de las cajas de ahorro-- cobra 21 pagas "entendidas como las veces que se multiplica el sueldo base". Es decir, si entró cobrando el salario mínimo --por poner un ejemplo--, cobra anualmente, como mínimo, el salario mínimo multiplicado por 21.
Este cálculo en el resto de entidades bancarias implica multiplicar el sueldo base por 18,5 veces, "punto de partida" al que quieren llegar ahora los responsables de Abanca, que en las últimas semanas se fusionó con Banco Etcheverría y, en consecuencia, integra a sus empleados.
"FUNDAMENTALMENTE, UN TEMA DE HORARIOS"
Las fuentes de la entidad aseguran que este cambio se persigue para "las nuevas incorporaciones" y por razones de "competitividad", con respecto al resto de competidores del sector.
Además, puntualizan que esta fórmula no determina el sueldo futuro de un trabajador, puesto que, en la práctica, cada contrato "se negocia", y niegan que lo que se persiga sea una rebaja de los sueldos.
Además, indican que otros puntos que se quieren tocar son "menores", como el relativo a los trienios, y resaltan que "fundamentalmente es un tema de horarios". Así, muestran la voluntad de continuar negociando, en un proceso en el que el resultado "no será el 100%" de lo deseado "para ninguna de las partes".
