MADRID, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Santander, Emilio Botín, defendió hoy que las remuneraciones en el sector financiero "se basen en los resultados y la rentabilidad de las entidades a largo plazo, y se desliguen de la asunción de riesgos excesivos o inapropiados".
En un artículo de opinión en el diario 'Financial Times', Botín sostiene que en el liderazgo, la estrategia, la gestión y la ejecución, el factor humano "es el elemento diferenciador entre los bancos buenos y malos".
En este sentido, el presidente del Santander incide en la necesidad de avanzar en la transparencia para garantizar la aplicación de políticas y disciplinas adecuadas en el sistema financiero.
"Los bancos deben reclutar a las personas más éticas y con más talento de toda la sociedad", ya que una importante lección tras dos años de crisis financiera es cúanto importa la gente, argumenta el presidente del mayor banco español.
"Trabajar en un banco, ya sea como cajero o presidente, supone asumir una importante responsabilidad", insiste Botín, partidario de que los gestores de la banca recuerden siempre que su responsabilidad frente a los clientes, trabajadores y accionistas va más allá de la presentación de resultados trimestrales.
MÁS EXIGENCIAS DE CAPITAL.
Por otro lado, el directivo aboga por que las futuras regulaciones financieras que se desarrollen aseguren que la mayor asunción de riesgo requiere un mayor respaldo de capital, lo que podría suponer un incentivo para que los bancos no se aparten demasiado de su negocio básico, que es organizar el flujo de dinero.
"Creo firmemente que una de las causas de la crisis fue que los bancos se apartaron demasiado de su trabajo fundamental de captar depósitos y dar hipotecas", y que los reguladores y supervisores no entendían lo suficiente como para llevar un control estricto, afirma el banquero.
No obstante, Botín no rechaza que los bancos dejen de practicar actividades al margen del corazón de su negocio, como comercializar complejos productos de riesgo o vehículos de inversión, pero apuesta por que éstas se lleven a cabo con total transparencia y honestidad, y cuenten con suficiente respaldo de capital.
"La vuelta a los orígenes no quiere decir que 'lo pequeño es mejor' ya que han quebrado bancos tanto pequeños como grandes", por que lo que separa a las entidades que han caído de las que se mantienen no es el tamaño, sino cómo de bien gestionado y supervisado está un banco, arguye Botín.
Además, refuerza su defensa de la 'vuelta a lo básico' al afirmar que ninguna economía moderna puede prosperar "sin un sistema financiero sano y sólido", capaz de financiar su crecimiento y al mismo tiempo cuidar del ahorro. "Esto no requiere que los bancos o reguladores inventen nada nuevo, sino contar con la mejor gestión y supervisión posible", concluye.
