Se comprometen a seguir trabajando en una tasa bancaria para que el sector financiero asuma el coste de futuras crisis
BRUSELAS, 18 May. (EUROPA PRESS) -
Los ministros de Economía de la Unión Europea prorrogaron hoy hasta diciembre los avales públicos que los diferentes Gobiernos han concedido a los bancos para facilitar sus emisiones de deuda, pero acordaron aumentar el precio que cobran a las entidades por estas garantías para evitar una dependencia excesiva.
"Hemos aprobado la prórroga del sistema de avales para ayudar a las entidades financieras hasta el próximo mes de diciembre aunque con un endurecimiento de las condiciones de estos avales", explicó la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, tras presidir la reunión del Ecofin.
Los ministros de Economía alertaron de que "persiste el riesgo de distorsiones de la competencia entre los bancos que obtienen su financiación a precio de mercado y los que dependen fuertemente de las garantías públicas".
Por ello, acordaron aplicar a partir de julio de 2010 "un incremento apropiado de las comisiones de la garantía para acercar los costes de financiación a las condiciones de mercado", según las conclusiones acordadas en el Ecofin.
Además, los 27 reclamaron a la Comisión que fije "condiciones previas" para la renovación de estos avales más allá de junio y que vigile "la viabilidad a largo plazo" de los bancos que todavía necesiten recurrir a estas garantías. El objetivo es que estas entidades abandonen progresivamente los avales por el aumento del precio y que se reestructuren si es necesario.
Los países de la UE acordaron conceder avales a las emisiones de deuda pública de sus bancos en octubre de 2008 para evitar el colapso del sistema financiero tras la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers y reactivar el mercado interbancario.
TASA BANCARIA.
El comisario de Mercado Interior, Michel Barnier, confirmó al término del Ecofin que antes de que acabe este mes presentará su propuesta para crear un fondo europeo de resolución, que se financiará con tasas que se cobrarán a los bancos, y cuyo objetivo es gestionar la quiebra de entidades y evitar que los costes recaigan sobre los contribuyentes.
El propio Fondo Monetario Internacional (FMI) ha recomendado la creación de este fondo, pero el Banco Central Europeo (BCE) ha alertado de que imponer una nueva tasa al sector bancario podría poner en riesgo la recuperación del sector financiero.
Los Veintisiete aprobaron unas conclusiones en las que no apoyan expresamente este fondo de resolución pero sí se comprometen a seguir trabajando para dotarse de mecanismos que permitan "hacer recaer sobre el sector financiero el coste de las medidas de resolución teniendo en cuenta sus responsabilidades y hacer desaparecer la necesidad de recurrir a fondos públicos".
Los ministros señalaron que cualquier fondo de resolución "debe basarse en el principio según el cual las entidades financieras deben participar en el coste de la crisis en función de los riesgos que cada una de ellas asume". No obstante, este instrumento "no debe considerarse como un seguro frente a los costes de crisis futuras".
