Cree que, cuando se alcance la unión bancaria, habrá en el ámbito europeo "más reestructuración" en el sector financiero
BILBAO, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
El consejero vicepresidente y consejero delegado de CaixaBank, Juan María Nin, ha advertido de la necesidad de evitar "todo exceso de confianza" sobre la situación económica porque, a pesar de los "buenos resultados" de las reformas que se han efectuado, existen "riesgos importantes" y quedan retos como la reducción del desempleo y la deuda.
Nin ha ofrecido este viernes una conferencia sobre 'Retos y Oportunidades del nuevo entorno económico' en el ciclo 'Hacia la salida de la crisis: ¿Cómo? ¿En qué condiciones?' de la Universidad de Deusto en Bilbao, de la que es antiguo alumno.
En su intervención, ha analizado la actual situación económica que, en el caso de España, ha alcanzado "un punto de inflexión" y ha dejado "atrás" la recesión porque "lo dicen los números y el PIB crece", aunque sea "poco" y seguirá "creciendo poco".
Entre los datos positivos que ha resaltado, se encuentran la reducción del déficit fiscal, que ha pasado del 11,1% del PIB en 2009 al 6,7% en 2013, el crecimiento interanual en creación de empleo del pasado febrero, o la corrección de la balanza por cuenta corriente, que ha pasado de un déficit de 105.000 millones en 2007, el 10% del PIB, a un superávit de 7.000 millones en 2013, el 0,7% del PIB.
En esta línea, ha indicado que España está "corrigiendo desequilibrios" y ha añadido que, en el caso del sector financiero, se ha realizado su reforma con "una rapidez y brillantez" como no se ha hecho en "ningún país de Europa".
Preguntado por la posibilidades de nuevas operaciones en el proceso de reestructuración del sector financiero, ha opinado que "en Europa no" ha concluido el proceso ya que, cuando se alcance la unión bancaria y "tengamos unas reglas de juego parecidas", habrá en el ámbito europeo "más reestructuración".
Asimismo, ha destacado la mejora en la competitividad ya que, "por fin", los costes unitarios en 2012 "igualan a la media europea" y ha considerado que el sector inmobiliario está "pronto" a estabilizar los precios medios de la vivienda, si bien "hay zonas que tardarán más".
Nin ha incidido en que, en comparación con "otras graves crisis" del siglo XX, "la sociedad, el sector privado, los gobiernos hemos sido capaces de manejar un crisis extremadamente peligrosa con mayor conocimiento, mayor sabiduría y mayor capacidad de decisión".
En esta línea, ha apuntado que las reformas "estructurales" --la reforma laboral, la reforma de pensiones "profesional, seria y de tercera generación", la unidad de mercado, reforma de la administración pública, reforma tributaria y control "muy importante legislativo" de las finanzas públicas-- han producido "buenos efectos" en los que hay que "persistir".
En cualquier caso, ha advertido de la necesidad de evitar "todo exceso de confianza", a pesar de que el contexto mundial "nos acompaña" y "hemos pasado lo peor", porque "lo que queda de esta crisis por corregir es mucho" y existen "riesgos importantes".
Por ello, ha insistido en que es "no estropear lo hecho" y afrontar los retos que quedan pendientes. "La prudencia aconseja seguir tomando decisiones", ha asegurado.
LOS PRINCIPALES RETOS
Entre los principales "retos" en España ellos, ha citado el problema del desempleo, que ha considerado "intolerable e insoportable" sobre todo en el caso de los jóvenes, pese a que se ha dado "un punto de inflexión" en la tasa de paro. Asimismo, ha opinado que, del mismo modo que las familias comenzaron a sentir la crisis "más tarde", también "saldrán más tarde".
Asimismo, ha alertado de que es preciso "corregir" la deuda pública que, según los datos que ha aportado, ha pasado del 36% del PIB en 2007 al 94% en 2013, lo que supone que el pasado año el Estado tuvo que pagar 35.000 millones de euros en intereses equivalente al 3,4% del PIB. Al respecto, ha apuntado la necesidad de acometer "la meta" de "ir estrechando" el déficit primario (descontados los intereses).
También ha apostado por "reindustrializar" para de la economía española, aunque "las dificultades son grandes", una "batalla que no está perdida".
En relación a los riesgos externos, ha citado las estrategias de salida del programa de flexibilización cuantitativa y la disminución del ritmo de compras, el llamado 'tapering', así como la fortaleza del euro, la implementación de la unión bancaria, la inflación baja en la zona euro y la crisis en Ucrania.
