Asegura que los beneficios de las entidades caerán por el aumento de la mora y la "rigurosa" regulación
MADRID, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros, Juan Ramón Quintás, indicó hoy que si la situación el próximo año es dura, algunas entidades pueden tener que recurrir al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), pero subrayó que este instrumento tiene tamaño suficiente para poder hacer frente a cualquier problema, al tiempo que resaltó la necesidad de una nueva Ley de cajas que facilite las fusiones interregionales.
Quintás confió hoy en que Caja Castilla La Mancha (CCM) sea la única entidad intervenida, pero no descartó que otras entidades tengan que recurrir al fondo que el Gobierno creó para el rescate de entidades.
"Puede ocurrir, pero no tiene consecuencias. El FROB es un buen seguro de incendios. No hay problema alguno para el sistema bancario epañol, porque tiene tamaño suficiente para hacer frente a cualquier incidencia que se pueda presentar", subrayó Quintás en declaraciones a Antena 3 recogidas por Europa Press.
En este sentido, señaló que la operación entre Cajastur y CCM se podría haber afrontado de otra manera si el sistema tuviese otro marco regulatorio diferente, y señaló que en algún momento se tendrá que reconocer este hecho.
"No tenemos una nueva Ley de cajas pese a que lo hemos pedido insistentemente, y también desde los organismos internacionales", subrayó Quintás, quien incidió en que en lugar de tener una legislación adecuada al momento actual, las cajas tienen una regulación con defectos ya reconocidos desde hace años.
CUOTAS PARTICIPATIVAS CON DERECHOS POLÍTICOS.
De este modo, el presidente de las cajas indicó que la operación de CCM podría haberse resuelto sin tener que utilizar la figura de un banco, introduciendo, por ejemplo, cuotas participativas con derechos políticos.
"Esta es una prueba de cómo las cosas se podían haber hecho mejor", subrayó Quintás, quien añadió que las fusiones interregionales también se podrían haber llevado a cabo si se hubiesen tenido en cuenta las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El presidente de las cajas también resaltó que la regulación en España es muy estricta y que este hecho, unido al aumento de la morosidad, provocará una reducción de los beneficios de las entidades en 2010.
Quintás señaló que el negocio y los ingresos se van a reducir y que, además, las entidades tienen una parte de sus activos que no producen ni generan intereses, que son los inmuebles. Asimismo, subrayó que la regulación en España es "tan rigurosa" que obliga a contabilizar las perdidas reales como consecuencia de la economía y pérdidas que deben computar por "razones ficticias contables".
"Tenemos millones de metros cuadrados en el centro de las ciudades que la normativa actual nos obliga a valorar a cero", añadió Quintás, quien insistió en que esta situación puede llevar a algunas entidades a situaciones difíciles, aunque vaticinó que no tendrán problemas.
"LA GUERRA EN CAJA MADRID TENDRÁ UN COSTE EN EFICIENCIA".
En relación a Caja Madrid, Quintás señaló que la guerra interna en esta entidad no debería costar nada al contribuyente, pero que le cuesta en eficiencia, ya que en la medida en que las cajas distraen sus esfuerzos por la algarabía de los políticos ejercen peor su función.
"Que un sistema que ha funcionado a la perfección durante los últimos treinta años y razonablemente bien durante los dos últimos siglos, que en un momento como el actual se esté distrayendo por intereses particulares, es lamentable", añadió.
En relación a la reforma laboral, Quintás señaló que en estos momentos parece que se están dando los pasos adecuados para lograr un acuerdo y que empieza a hablarse de la necesidad de convocar a todas las fuerzas políticas para lograr la energía suficiente para resolver los problemas.
No obstante, recordó que en España ha quedado un enorme hueco provocado por la caída de la construcción y que es necesario que sea ocupado con otras industrias y que los productos sean competitivos, algo que, a su juicio, en España no se da.
"Hay que hacer un enorme esfuerzo para que en pocos años podamos situarnos en situación de poder competir. Esto significa que en general cueste menos producir en España", subrayó Quintás.
Asimismo, insistió en que las partes del dialogo social están dando un primer paso en la dirección adecuada después de que meses atrás pusiese de manifiesto la necesidad de convocar elecciones si el Gobierno no era capaz de encarrilar la situación.
Quintás señaló que mantiene su idea de que quien no cumple con su función debe dejar el puesto a otro, pero que la situación actual ha dado un giro y que a veces se produce "una especie de retardo de reconomiento de la realidad".
Respecto a la posible modificación de los códigos de buen gobierno que propone la nueva Ley de Economía Sostenible, Quintás consideró positivo que algunas de las recomendaciones, que no siempre se seguían, pasen a ser obligatorias para impedir que situaciones de "desgobierno" nos lleven a momentos de "locura" como el actual.
