Exconsejero del PSCE cree que Fernández Ordóñez pudo haber frenado la burbuja

El exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez
CONGRESO - Archivo
Actualizado: jueves, 5 abril 2018 13:38

Dice que en 2006 ya había señales de un cambio de ciclo y lamenta que no se actuara "inmediatamente y con potencia de fuego excesiva"

MADRID, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -

El exconsejero de Economía y Finanzas de la Generalitat de Cataluña Antonio Castells, miembro de gobiernos de Pasqual Maragall y José Montilla, ha manifestado en el Congreso que el Banco de España, que en los años previos de la crisis estuvo gobernado por Jaime Caruana y Miguel Ángel Fernández Ordóñez, tenía instrumentos para haber frenado la burbuja de crédito inmobiliario.

"Yo recuerdo a antiguos gobernadores del Banco de España que cuando veían que la cosa se desmadraba cogían a los responsables de los bancos y les decían: 'tu crédito no puede crecer más del tanto por ciento'. O podrían haber dicho que, a partir de ahora, cada crédito se provisione al 100%. Esto se habría frenado", ha aseverado.

Durante su comparecencia ante la comisión que investiga la crisis financiera, el rescate bancario y la quiebra de las cajas de ahorros, Castells ha reconocido que existió "durante años un fallo en cadena evidente de los mecanismos de control y de prevención del riesgo, tanto de los reguladores como de los mercados".

"De los reguladores, todos: Banco Central Europeo, Banco de España, gobiernos... Al final de la lista, ponga a las comunidades autónomas, pero al final de todos", ha apostillado. Así, ha señalado que las administraciones autonómicas tenían limitaciones para conocer realmente el estado de las entidades, y también para actuar al respecto.

PLANTEÓ UN 'BANCO MALO' EN 2008

Castells, que permaneció en el Govern de la Generalitat entre 2003 y 2010, ha reconocido que ya a finales de 2006 le comunicaron en su departamento señales de un cambio de ciclo en el sector inmobiliario, y que los ingresos por impuesto por transmisiones "empiezan a bajar". "De esto no fuimos conscientes, de que había un cambio de ciclo. Incluso en 2007 no hubo conciencia generalizada, ni muchísimo menos", ha dicho.

En todo caso, ha asegurado que al poco de quebrar Lehman Brothers, la Generaltitat trató de "reaccionar inmediatamente" y que se reunió en octubre de 2008, junto con el entonces president Montilla, con todos los presidentes y directores generales de las cajas catalanas. La conclusión del encuentro, ha dicho, es que existía "un problema muy serio de solvencia".

En este sentido, ha dicho que llegaron a plantear la creación de un 'banco malo' --que finalmente impulsó el Gobierno central con la Sareb-- pero que esta idea "no fructificó por falta de potencia de fuego" y por los recelos de las propias entidades.

Precisamente, la escasez de medios y recursos empleados desde el principio son, a juicio del exconsejero catalán, dos de las razones que agrandaron la magnitud del problema, así como el tiempo de reacción. Así, cree que se debió haber actuado "inmediatamente y con potencia de fuego excesiva, como los americanos y los ingleses".

DICE QUE LA UE NO PERMITIÓ MAYORES AYUDAS EN UN PRINCIPIO

"¿Hubiéramos evitado que esto acabara como ha acabado? Es posible", ha dicho. Es más, cree que hubiera sido posible haber saneado Catalunya Caixa en caso de haber aportado un "capital suficiente de manera inmediata", lo que habría permitido a la entidad impulsar "un plan de empresa viable".

Además, ha lamentado que entonces "se estuvo mucho a lo que decía la Unión Europea". Así, ha declarado que el ex director general de la entidad Adolf Todó pidió una cantidad, que llegó a autorizar el Banco de España, pero la Comisión Europea dijo que era "demasiado". "Acabaron teniendo que poner cinco veces más de lo que pedía Todó", ha apostillado.

"GRAN POLITIZACIÓN" EN CAJAS, PERO NO EN TODAS

Respecto al modelo de cajas, el exconsejero autonómico ha defendido tal modelo, pues "revertía a la sociedad" todo dividendo por no tener propietarios, aunque ha señalado que estas debían "estar bien gestionadas y propiciar el máximo beneficio" con el objeto de destinarla a la obra social.

En su intervención, ha diferenciado dos modelos de cajas, en función del territorio, reconociendo una "gran politización" en uno de ellos, donde el presidente y el consejo de administración gozaba de más poder. Así, ha reconocido la "sorpresa" que le causó conocer, en una conversación con un miembro de su partido, que "en las elecciones a representantes impositores" en un territorio "había una lista del PSOE y otra del PP".

Así, ha recordado que en varios consejos de administración se diferenciaban sus miembros en función del partido. "Esto no lo veo en Citi Group, ni en Wells Fargo, ni en Barclays. No es lo ideal. Sí, había un problema de politización, que seguro que no estaba en el origen, pero se fue acentuando", ha dicho.

En todo caso, cree que este caso no se daba en Cataluña, donde los consejeros "mandaban poco" y respondía al otro modelo, bajo el cual el director general tenía "un poder realmente muy grande". En este sentido, ha señalado que la ley de cajas impulsada por su Govern trató de "establecer contrapesos adecuados", dotando de mayor poder al consejo y al presidente para que este no fuera "una figura decorativa".